Incertidumbre sobre primera vuelta electoral en Argentina

En esta fotografía de archivo del 13 de octubre de 2015 el candidato presidencial del partido gobernante de Argentina, Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires, da una conferencia de prensa en Brasilia. Dos encuestadores dieron por seguro el martes 20 de octubre que el oficialista Daniel Scioli será el más votado en las elecciones generales del domingo, pero no saben si el apoyo que obtendrá será suficiente para convertirlo en presidente de Argentina en primera vuelta. (Foto AP/Eraldo Peres, archivo) BUENOS AIRES (AP) — Dos encuestadores dieron por seguro que el oficialista Daniel Scioli será el más votado en las elecciones generales del domingo. La pregunta del millón, sin embargo, es si el apoyo que obtendrá el candidato peronista será suficiente para convertirlo en presidente de Argentina en primera vuelta.

Los analistas dijeron el martes a corresponsales extranjeros que no pueden afirmar si Scioli obtendrá el porcentaje de votos necesario para imponerse al conservador Mauricio Macri, su más inmediato rival, o ambos terminarán midiendo sus fuerzas en una segunda ronda el 22 de noviembre.

“No sé si habrá balotaje, una cosa es lo que la gente dice que va a votar y otra cosa es lo que realmente vota”, dijo Mariel Fornoni, directora de la consultora Management & Fit. La analista acotó que a cinco días de los comicios que definirán al sucesor de la presidenta Cristina Fernández “todavía hay al menos 15% de indecisos”.

Para ganar en primera vuelta Scioli, del Frente para la Victoria, debe obtener al menos 45% de los votos o por lo menos 40% y una diferencia de 10 puntos o más sobre Macri, del frente opositor Cambiemos.

Management & Fit vaticinó en su última encuesta un eventual balotaje ya que según su medición el candidato oficialista obtendría 38,3% de los votos mientras que Macri lograría 29,2% y el peronista disidente Sergio Massa 21%. El sondeo, que proyectó a los indecisos, tiene un margen de error de 2%.

Ricardo Rouvier y Asociados señaló en tanto que Scioli obtendría 40,1%, Macri 29,2% y Massa 21,6%. Ricardo Rouvier, director de esa consultora, afirmó que el margen de error del estudio, de 2,8%, impide afirmar si el oficialista ganará en primera vuelta.

Otros pocos sondeos han pronosticado un triunfo del peronista por muy poco margen.

Según Rouvier, para que Scioli obtenga el punto o dos puntos que necesita para ganar en primera vuelta debe captar votos en la provincia de Buenos Aires, que representa al 37% del padrón electoral. En ese distrito, que Scioli gobierna desde hace ocho años, el peronista “encontró un techo en el interior”. En los municipios que rodean a la capital argentina, en cambio, tiene asegurado el apoyo.

Los encuestadores dieron muy pocas posibilidades a Massa de llegar a una segunda vuelta y señalaron que el mayor de sus logros fue retener su apoyo electoral.

El resto de los contendientes, la centroizquierdista Margarita Stolbizer, el izquierdista Nicolás del Caño y el peronista disidente Adolfo Rodríguez Saá, están lejos en los sondeos.

Fornoni opinó que, para crecer, Scioli debería haberse diferenciado más de la presidenta, que durante ocho años dio una impronta muy personalista a su gobierno. “Necesita el voto del que cree que no va a estar sometido a la voluntad de Cristina” Fernández en el eventual caso de llegar al poder, indicó.

Rouvier, por su parte, comentó que las cualidades de Scioli no son suficientes para garantizar su victoria el domingo. “Es el yerno perfecto. Vende honestidad y ha superado situaciones muy complejas, además de tener una paciencia oriental, pero esas virtudes no lo ponen en el 45% de apoyo”, dijo del candidato que en 1989 perdió su brazo derecho en una competencia de motonáutica.

Por otro lado Macri, actual alcalde de la capital argentina, tiene la desventaja de “recibir un voto más débil” por ser “un dirigente opositor que no es líder”, afirmó el analista.

Los encuestadores coincidieron en que los tres principales candidatos buscarán en los últimos días el voto de centro.

Afirmaron que de confirmarse la tendencia de las encuestas, la noche del domingo será “larga y complicada” por la incertidumbre acerca de si habrá o no balotaje y porque ninguno de los dos mayores competidores estará dispuesto a aceptar rápidamente una derrota.

Tampoco se atrevieron a anticipar quién ganaría en una eventual segunda vuelta, que jamás se ha celebrado en Argentina, para convertirse en presidente el 10 de diciembre. “Sería como barajar y dar de nuevo. Ese día puede ser otro contexto de país”, afirmó Fornoni.

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