Estamos en la línea de rechazar y combatir con la fuerza del Estado cualquier forma de violencia contra las mujeres, enfatizó el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud de México, Pablo Kuri Morales, ante miembros de la entidad.
Kuri sostuvo que su gobierno tiene el compromiso de reforzar acciones a favor de la salud materna, reconociendo que el reto va vas allá de la existencia de leyes al respecto.
Tenemos que hacer que se cumplan. Tenemos que trabajar de manera coordinada el gobierno federal, los gobierno estatales y la sociedad civil para ir viendo cada vez más que hay un avance real en el respeto a los derechos de las mujeres, dijo.
Integrantes de grupos pro derechos humanos señalaron en la audiencia que la ausencia de un marco legal que defina la violencia obstétrica dificulta el combate y erradicación de este fenómeno que se traduce en prácticas discriminatorias contra mujeres indígenas.
La directora general del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), Regina Tamez, dijo que aunque hay leyes, la legislación en México no reconoce este tipo de violencia, caracterizada por la ausencia, deficiencia o negativa de servicio por diversas razones.
Es importante que las leyes nacionales y estatales definan que es la violencia obstétrica para que esta práctica se visibilice y sea mucho más fácil tener una transparencia y rendición de cuentas por parte del Estado, señaló al participar en la primera audiencia convocada por la CIDH para abordar el problema.
De acuerdo con cifras del observatorio de mortalidad materna, de 1990 al 2013 han fallecido en México 29 mil 869 mujeres a consecuencia de los deficientes servicios de atención en salud reproductiva.
Dada la tendencia actual, es muy probable que el Estado mexicano no pueda cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio de reducir la tasa de muertes maternas al 75 por ciento en 2015, dijo en la misma audiencia Alma Luz Beltrán, asesora legal de GIRE.
De acuerdo con datos oficiales el promedio de nacimientos anuales en México es de 2.2 millones, 95 por ciento de los cuales se atienden dentro de la red de salud del país, con una cifra de muertes maternas de 900.