Informe de Gobierno de Cristina Fernández, 1 de marzo de 2014

Cristina Fernández saludando en Argentina

La mandataria acudirá este sábado al Parlamento para inaugurar el 132 periodo ordinario de sesiones, ceremonia que se realiza cada 1 de marzo y que sirve de marco para que explique el estado de la Nación y las políticas que desarrollará a lo largo del año.

Será el séptimo informe de Fernández, ya que comenzó a gobernar en 2007 y luego fue reelecta en 2011, pero ya no podrá volver a postularse para un tercer mandato porque la Constitución se lo prohíbe.

También será el penúltimo, ya que sólo restará el mensaje del 1 de marzo de 2015 y después tendrá que esperar los resultados de las elecciones presidenciales de octubre del próximo año para conocer a su sucesor.

La presidenta disertará ante senadores y diputados en medio de una serie de triunfos en materia económica, ya que con la reapertura de venta de dólar para ahorro que decretó en febrero, logró mitigar la crisis cambiaria que provocó una fuerte devaluación en enero.

También lleva bajo el brazo el importante acuerdo alcanzado esta semana con la empresa española Repsol, que aceptó una compensación de cinco mil millones de dólares, pagaderos en bonos a 10 años, por la expropiación de la petrolera argentina YPF.

Hace dos años, cuando Fernández ordenó la expropiación, los opositores vaticinaron que Repsol llevaría al país a litigios internaciones y que Argentina se haría acreedora a todo tipo de sanciones, lo cual finalmente no ocurrió.

Pese a que el acuerdo representa un éxito político y diplomático, el escenario económico del país continúa marcado por la incertidumbre, ya que la devaluación de enero modificó las previsiones de crecimiento e inflación para este año.

A ello se suman los escándalos de corrupción que acosan al gobierno, y de los cuales el más grave es el caso del vicepresidente Amado Boudou, quien está a un paso de ser procesado por haber intervenido en favor de una empresa cuando era ministro de Economía.

Pese a que la causa judicial está en marcha y aun no se han probado las acusaciones contra Boudou, el vicepresidente ya es uno de los funcionarios con peor imagen pública, de acuerdo con varias encuestas.

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