Avanza tolerancia al consumo de la marihuana en Estados Unidos

Por José López Zamorano. Corresponsal

Washington, 3 Nov (Notimex).- Una creciente proporción del público estadunidense respalda en números mayoritarios la legalización del consumo de la marihuana y un porcentaje aún mayor apoya que sea despenalizada su posesión en pequeñas cantidades.

Alaska, Arizona, California, Hawai, Maine, Michigan, Montana, Nevada, Nueva Jersey, Nuevo México, Oregón, Rhode Island, Vermont y el Distrito de Columbia permiten la mariguana con fines terapéuticos; mientras que Colorado y el estado de Washington lo hacen con fines recreativos.

“Las actitudes sobre la mariguana están experimentando un rápido cambio en la opinión publica estadunidense”, de acuerdo con un reciente sondeo del Centro de Investigación Pew.

De hecho, el apoyo público a la legalización de la marihuana se encuentra en su nivel histórico más alto del 53 por ciento y existe mayor coincidencia de que la gente sentenciada por poseer pequeñas cantidades de marihuana no debe ser encarcelada.

Una proporción mayor de los estadunidenses, un 76 por ciento, coincide en que si la marihuana no es legalizada a nivel nacional, aquellas personas convictas por la posesión de pequeñas cantidades de la droga no deben servir tiempo en prisión.

Los latinos y los republicanos muestran un menor nivel de apoyo a la legalización, comparado con blancos no hispanos y negros.

Aunque Obama se opone a la legalización de estas sustancias, su administración apoya una iniciativa para eliminar o suavizar las sentencias mínimas obligatorias a delincuentes por drogas no violentos y reservar las penas máximas a traficantes de drogas de alto nivel o violentos.

De acuerdo con cifras oficiales, Estados Unidos mantiene 2.2 millones de personas en prisión, y su tasa de encarcelamiento es la mayor en todo el mundo. En total, el gobierno gasta hasta unos 80 mil millones de dólares anuales para mantener a su población carcelaria.

Algunos medios informativos estadunidenses han criticado las acciones del Departamento de Justicia, al argumentar que equivalen a una “retracción” del gobierno en la lucha contra las drogas.

Sin embargo, la administración Obama ha dejado en claro que los cambios buscan acabar con la desproporcional tasa de encarcelamiento de afroestadunidenses, en relación con otros grupos raciales, por delitos relacionados a las drogas.

El propio presidente estadunidense generó polémica el año pasado cuando declaró a la revista The New Yorker que la marihuana “no es más peligrosa que el alcohol”.

Obama, quien ha aceptado que consumió marihuana siendo estudiante, sostuvo que la droga era menos peligrosa que el alcohol en términos del impacto al consumidor individual.

La Oficina Nacional de Política contra las Drogas de la Casa Blanca (ONDCP) ha insistido que la Casa Blanca continuará oponiéndose a las iniciativas de legalización de drogas en los estados del país.

Cifras de la ONDCP muestran que más de cinco millones de personas en Estados Unidos consumieron diariamente la marihuana en los últimos 12 meses.

La Casa Blanca ha buscado asimismo refutar el argumento de los partidarios de la legalización en el sentido de que desaparecerá el “mercado negro”, gracias a que pondrá venderse de manera legal.

Pero las encuestas sugieren que para una porción mayoritaria de la población la legalización de la marihuana aparece como inevitable.

El sondeo del Pew encontró que un 75 por ciento de los estadunidenses cree que el consumo de la marihuana será legal en Estados Unidos independientemente si lo apoyan o no.

Las cifras de Pew coinciden con un muestreo similar de Gallup, que encontró el año pasado apoyó a la legalización del 54 por ciento de la población. Cuando Gallup empezó su monitoreo de las actitudes de los estadunidenses hacia el consumo de drogas en 1969, sólo un 12 por ciento la apoyaba.

Pero ese apoyo ha ido creciendo, al pasar más de 20 por ciento desde la década de los años 70 y 90 a un 30 por ciento en el año 2000, a un 40 por ciento en el 2009 y un 54 por ciento en 2014.

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