Seduce y conquista Juan Diego Flórez en el Auditorio Nacional

* Tras un lustro de ausencia, el tenor peruano regresa a la capital

México, 7 Oct (Notimex).- Virtuoso, elegante, tierno y seductor, así fue anoche el regreso del tenor peruano Juan Diego Flórez (1973) a esta capital, durante un concierto que ofreció en el Auditorio Nacional, con el que inauguró las actividades del Festival Viva Perú 2015.

Tras cinco años de ausencia, el llamado “Gran Tenor del Mundo” sedujo y conquistó a cerca de ocho mil personas reunidas en el Coloso de Paseo de la Reforma, con un magno concierto, que incluyó arias de ópera de compositores italianos y franceses, así como música peruana y temas mexicanos como “Cielito Lindo”, “Guadalajara” y “La malagueña”.

Acompañado de la Orquesta Sinfónica de Minería, bajo la dirección del italiano Sebastiano Rolli, el que es considerado el tenor belcantista de referencia en los principales teatros del mundo levantó no sólo aplausos y una fuerte ovación, sino también suspiros y gritos como: “¡bravo Juan Diego” o “¡Guapo!”

Ataviado en un traje sastre en color negro, sencillo, el cantante tuvo un extraordinario retorno a esta capital, donde con un potente y pulido timbre vocal dejó en claro porque su temporada pasada en la Ópera House de Londres, fue todo un éxito.

Con un canto fluido y expresivo, el también embajador de Buena Voluntad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en el año 2012, sorprendió a propios y extraños, no sólo al interpretar temas de compositores de la talla de Gioachino Rossini del siglo XIX, o Georges Bizet, sino también a mexicanos como Pedro Galindo (1906-1989), Jesús Monge (1910-1964), y peruanos como Abelardo Vázquez (1929-2001).

Tras una breve presentación a cargo del compositor Armando Manzanero y la cantante Tania Libertad, el peruano apareció en el escenario para levantar de inmediato los suspiros a muchas damas, quienes de inmediato quedaron paralizadas, no solo por su presencia, sino por su encantadora voz.

El concierto inició con el tema “Principe piu non sei” de “La Cenicienta”, de Rossini (1792-1868) y luego la fiesta continuó a cargo de la Orquesta Sinfónica de Minería, que también se lució al ejecutar obras como “Ouverture La Favorita”, de Gaetano Donizetti (1797-1848), “Farandole” de “La arlesiana” y “Ouverture Carmen”, ambas de Georges Bizet (1838-1875).

Siempre serio, pero agradecido por un público que entre pieza y pieza lo arropó en aplausos, Flórez continuó con el derroche de talento en la primera mitad con fragmentos de obras románticas como “Tombe degli avi miei” de la ópera de “Lucia de Lammermoor”.

Incluso dedicó el tema “Pourquoi me reveiller Werther” de Jules Massenet (1842-1912), a las mujeres y al final de la primera parte el tenor tomó el micrófono y expresó: “¡Viva Perú!, ¡Viva México!”.

En la segunda mitad de la presentación, Flórez dejó la parte romántica para dar paso a obras de música mexicana y peruana, como “Mattinata” de Ruggero Leoncavallo (1857-1919); “Marechiare”, de Tosti Di Giacomo; “O sole mio”, de Eduardo di Capua (1865-1917), “El alcatraz”, de Abelardo Vásquez y “Flor de Canala”, de Chabuca Granda (1920-1983).

En la recta final del concierto, apareció el Mariachi Gama Mil, para dar paso a un tema muy mexicano y tapatío, “Guadalajara”.

Con tremenda voz, el tenor dio paso además a “La malagueña” de Pedro Galindo y se despidió con un tema que es considerado en los estadios de fútbol como el segundo himno de México: “Cielito Lindo” para de esta manera despedirse del público mexicano.

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