México, 14 Oct (Notimex).- A 10 años de la muerte del pintor y escritor español Ramón Gaya, que se cumplen mañana, éste será recordado en el museo de Murcia que lleva su nombre y rinde homenaje a su legado artístico y cultural.
Por ejemplo, un concierto de violín y guitarra, a cargo del dúo Corraliza-de Juan, la noche de este jueves.
De hecho, desde comienzos del mes, el recinto ha ofrecido una serie de eventos y exposiciones en conmemoración del 25 aniversario del recinto, cumplido el día 10 de octubre, en coincidencia con los 105 años de natalicio.
Ese día presentó un recital de cante flamenco a cargo de María José Pérez y guitarra de Miguel Ochando, según información de su sitio www.museoramongaya.es.
Además, se han inaugurado las exposiciones Diálogos, Martínez Cánovas-Ramón Gaya y El silencio, el gesto y el ademán de Velázquez. Pinturas de Ramón Gaya, que reúne 32 obras procedentes de colecciones privadas y del museo, que muestran la pasión que Gaya sentía por la obra de Velázquez, y estará disponible hasta enero del 2016.
El pintor nació en el Huerto del Conde el 10 de octubre de 1910 y fue hijo de Salvador Gaya, litógrafo, y de Josefa Pomés, ambos catalanes.
Se inició en la pintura con los artistas Pedro Flores (1897-1967) y Luis Garay (1893-1956), quienes eran amigos de su padre. Abandonó la escuela desde muy pequeño para dedicarse a la pintura. Durante ese periodo, adoptó la influencia del cubismo y la pintura de Cézanne, refiere el sitio oficial del pintor, www.ramongaya.com.
Publicó sus primeros escritos y pinturas en la revista Verso y Prosa hacia el año de 1926. A los 17 años, se hizo merecedor de una beca que lo llevó a Madrid. Tras unas semanas ahí, viajó a París junto a los pintores Pedro Flores y Luis Garay, visitó los principales museos y conoció a Picasso (1881-1973) y a Francisco Bores (1898-1972).
La proclamación de la Segunda República Española, en 1931, sorprendió al pintor en Barcelona, donde se reencontró con su padre y sus hermanas, su madre había fallecido tres años atrás.
Declarada la guerra se incorporó a la Alianza de Intelectuales Antifascistas y colaboró en la revista El mono azul. En los primeros días, su casa fue bombardeada y perdió casi todas las pinturas que había realizado hasta ese momento.
En 1937, en conjunto con Rafael Dieste (1899-1981), María Zambrano (1904-1991), Luis Cernuda (1904-1963) , Juan Gil-Albert (1906-1994), Arturo Serrano Plaja (1909-1979) y Manuel Altolaguirre (1905-1959), fundó la revista Hora de España, con la que pretendió compartir las obras realizadas en esos momentos de guerra.
Su cuadro, Espanto, Bombardeo de Almería, ganó el premio de pintura de los Concursos Nacionales y junto con, Palabras a los muertos, Retrato de Juan Gil-Albert, fueron expuestos en el pabellón de la República Española de la Exposición de París de 1937.
En 1939, tras la derrota republicana, abandonó Francia y viajó al exilio junto al grupo Hora de España, rumbo a México. Llegó a finales de junio del mismo año.
La falta de museos de pintura clásica en el país orilló al pintor a llenar su estudio de libros y de reproducciones de los grandes maestros y, desde ahí nacen sus homenajes a Velázquez (1599-1660), a Rembrandt (1606-1669), a Tiziano (1409-1576), a Picasso, al cubismo, y a los pintores chinos y japoneses. En 1940 creó La cinta, su primer cuadro pintado en México.
También realizó sus famosos paisajes de Cuernavaca, Chapultepec, Acapulco y Veracruz. Hizo viñetas para los libros editados por la Casa de España y colaboró también con sus escritos en algunas revistas mexicanas como Taller, El Hijo Pródigo, Romance y Las Españas.
En marzo de 1956, se instaló en Roma, Italia y ante la pintura de los grandes maestros, Gaya se dedicó a pintar los grandes temas de la literatura y la mitología, entre los cuales resaltan Bautismo, Entierro de Cristo, Holófernes y Noli me tangere.
A partir de los años 70 se reconoce el periodo de plenitud en la vida y la obra del pintor, años de una gran riqueza creativa. En 1974 y 1975, expuso su obra en Murcia y en Valencia.
Es en 1978, en la retrospectiva de la galería Multitud de Madrid, donde se produjo el encuentro de Gaya con el público español y a partir de ese momento a la nómina de admiradores se suman pintores, historiadores, poetas, críticos de arte y coleccionistas.
Ganó diversos premios y reconocimientos como la Medalla de Oro a la Bellas Artes (1985), en 1997 el Premio Nacional de Artes Plásticas; en 2002 ganó la primera edición del Premio Velázquez a las Artes y en 1999 fue investido como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Murcia.
Dentro de los libros que publicó se encuentran El sentimiento de la pintura, Velázquez, pájaro solitario, Nueve sonetos del diario de un pintor, Homenaje a Picasso, Cartas de Ramón Gaya, entre otros títulos a los que se agregan la publicación de catálogos de su obra y algunos poemas.
El museo que lleva su nombre se inauguró el 10 de octubre de 1990, bajo la dirección de Manuel Fernández-Delgado, en el que se resguardan más de 500 obras donadas a la ciudad de Murcia por el autor. El pintor se mantuvo activo hasta el final de sus días y murió en su casa de Valencia el 15 de octubre de 2005.