“Inicié una huelga de hambre a las cero horas”, explicó al portal de noticias Infobae el presunto narcotraficante, quien permanece detenido en el penal de Marcos Paz, ubicado a las afueras de Buenos Aires.
Mi Sangre, quien es señalado como dirigente del cártel de Los Urabeños, fue detenido el año pasado en esta capital, en donde vivió durante algún tiempo con otra identidad.
Desde entonces está a la espera de un pedido de extradición de Estados Unidos, que lo acusa de haber participado en el envío de tres toneladas de cocaína a ese país.
Londoño aseguró este miércoles que las autoridades penitenciarias argentinas violan sus derechos constitucionales, porque le impiden tener una computadora portátil y dar entrevistas, además de que sólo se le permite salir a un patio con luz natural durante una hora al día.
“No lo merezco, llevo siete meses en calidad de preso, que se haga justicia y se escuche mi verdad”, exigió, después de revelar, que una vez que quede en libertad, su deseo es quedarse a vivir con su familia en Argentina.
También aseguró que se siente amenazado por la policía colombiana y teme que lo maten en su lugar de detención, razón por la cual no prueba la comida que le proporciona el Sistema Penitenciario Federal, ya que tiene miedo a ser envenenado.