Presidente de Costa Rica busca un cambio para el país

Presidente de Costa Rica busca un cambio para el país

El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís –primer gobernante no surgido de ninguno de los partidos políticos tradicionales de este país-, está iniciando su mandato en dos escenarios que marcan el anunciado proceso de cambio.

Por una parte, está atendiendo problemas heredados y de urgente solución, y, por la otra, está enviando a sus compatriotas señales de que el cambio está en marcha.

Dos de las más acuciantes situaciones problemáticas ameritaron, respectivamente, el primer decreto gubernamental, el 8 de este mes, a continuación de la instalación del nuevo gobierno, y la búsqueda de solución a un conflicto laboral iniciada días antes.

En el primer caso, en la primera sesión del gabinete ministerial, en el capitalino Estadio Nacional –donde fue juramentado-, Solís firmó el decreto que determina la intervención, en puntos críticos, de la deteriorada red vial nacional.

Se trata de evitar el colapso de casi una veintena de puentes y alcantarillas, para impedir que, tal como viene ocurriendo, en algunos tramos carreteros, desde hace años, puentes y alcantarillas colapsen por falta de mantenimiento, explicó.

En el segundo caso, la nueva ministra de Educación, Sonia Marta Mora, y otras autoridades de la nueva administración dialogan con dirigentes sindicales del magisterio estatal, sector que mantiene, desde el 5 de este mes, una huelga nacional por tiempo indefinido.

Mora inició, desde su designación en la titularidad del ministerio, el análisis del conflicto, y, una vez instalada en el cargo, dio comienzo a gestiones con miras a hallarle solución, estableciendo las conversaciones gobierno-sindicatos.

El origen del conflicto laboral radica en irregularidades -pagos atrasados o parciales, ausencia de pagos-, que datan de meses –en algunos casos, desde hace dos años-, y que, según datos del Ministerio de Educación, afectan a casi 14 mil educadores.

La crisis ha conducido a los sindicatos magisteriales del sector estatal a declarar huelga por tiempo indefinido desde el 5 de este mes, medida que está vigente como acción de presión en procura de solución al problema.

La situación tiene que ver con la migración del sistema computarizado de pagos, usado hasta el inicio de este año, al nuevo sistema denominado Integra-2.

El problema –que, en algunos casos, data de meses- va desde ausencia de pago, hasta pagos de cifras tan bajas como 200 o 500 colones (aproximadamente cuatro centavos de dólar o casi un dólar), de acuerdo con las denuncias.

Solís, un docente universitario, viene expresando desde el inicio de la huelga su apoyo a la suspensión de labores, sin perjuicio de lo cual ha exhortado a los docentes a levantar la medida de fuerza, en el contexto de buena voluntad expresada por ambas partes.

Simultáneamente, el mandatario está enviando, a sus compatriotas, señales de que el cambio -que anunció durante la campaña electoral, y que ratificó en su discurso inaugural y en su primer encuentro con el personal de la Casa Presidencial- está en marcha.

Instantes después de su juramentación, Solís anunció que “Costa Rica entra hoy, jubilosa, a la era de la democracia ciudadana, regida por renovadas formas de participación del pueblo en la conducción y, sobre todo, en la fiscalización activa de los asuntos públicos”.

“Por esa razón y en aras de contribuir a ese proceso, haremos un gobierno transparente que, desde hoy, se compromete a rendir cuentas de todos sus actos en forma puntual, precisa y oportuna”, señaló.

Minutos después, y antes de ser juramentados por el presidente, los nuevos ministros firmaron un documento de compromiso ético, referido a temas que van desde gastos hasta acceso para los medios de comunicación.

Al día siguiente, en su primer encuentro con el personal de la Casa Presidencial, Solís reafirmó la necesidad de desempeño transparente.

Minutos después, ese objetivo comenzó a hacerse realidad, cuando, por disposición del mandatario, la valla metálica policial que rodeaba la sede del Poder Ejecutivo fue retirada, y la tupida enredadera que cubría la verja alrededor del inmueble fue removida.

Seis días después de haber asumido la conducción del país, el jefe de Estado recorrió el vecindario donde se ubica la Casa Presidencial, para, según explicó, saludar a los habitantes de la zona, y a ponerse a las órdenes de estos.

Se trató del inicio de reuniones a llevarse a cabo con la población de esta nación centroamericana, indicó Solís, a los periodistas quienes acompañaron el recorrido, de aproximadamente dos horas y media, por el occidental sector capitalino de Zapote.

Interrogado al respecto por Notimex, el nuevo mandatario dijo que se trata de la aplicación del concepto que reiteradamente ha enunciado de que la Casa Presidencial –sede del Poder Ejecutivo- debe ser una “casa de cristal”.

“Este es el principio de una gran cantidad de reuniones que voy a tener con la gente de este país”, anunció.

El más reciente signo de cambio en materia de conducción gubernamental estuvo marcado, el 16 de este mes, por el izamiento, en el jardín frontal de la Casa Presidencial, junto a la bandera costarricense, de la multicolor bandera de la diversidad sexual.

La acción marcó el apoyo gubernamental a una población discriminada, explicó Solís, a periodistas, durante la ceremonia.

El acto –que marcó el Día Internacional contra la Homofobia, contó con la participación, además, de Chacón –quien izó la bandera-, otras autoridades gubernamentales, y dirigentes de la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros, intersexuales (Lgbti).

La violación de un derecho humano, significa la violación de todos, tal como la violación de los derechos a una persona implica la violación de los derechos de todas las personas, aseguró Solís, en la actividad sin precedente en la sede del Poder Ejecutivo.

Se trata de una manifestación gubernamental contra la discriminación, en general, y contra la homofobia, la lesbofobia, y la transfobia, en particular, explicó.

Solís fue juramentado, el mediodía del 8 de este mes, en ceremonia realizada en el capitalino Estadio Nacional, como el presidente número 47 de Costa Rica, en sucesión de Laura Chinchilla, para el período 2014-2018.

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