* Una docena de participantes tuvieron un duelo de composiciones en animado slam de poesía
Por Juan Carlos Castellanos C.
México, 29 Nov (Notimex).- Con el ánimo, el entusiasmo y el optimismo de quienes han hecho de las letras su razón de vivir, Rojo Córdova (Ciudad de México ,1986), promotor cultural, juglar posmoderno, bardo y activista, realizó un slam de poesía en el Centro de Cultura Digital.
Un espacio breve. Sillas y banquitos medianamente cómodos. Unos sillones mullidos que por ser pocos pronto se ocuparon. Micrófono bien instalado en volumen y ecualización. El resto fue la voz, el ingenio, el talento lírico de 12 participantes en el slam que tuvo como juez calificador a un público asistente.
Tras una introducción musical, Rojo, simplemente Rojo, como sus amigos suelen llamar al organizador del evento, explicó para Notimex que se trata de un mini torneo en el que cada participante cuenta con tres minutos, máximo, para ejecutar un poema de creación propia (verso o prosa) ante la audiencia y el jurado, electo de entre la concurrencia.
Cronómetro en mano, otra persona elegida al azar contó el tiempo de participación de cada concursante.
De esta manera, quienes tomaron parte en el slam contaron con los elementos suficientes para interpretar su creación lírico-escénica.
Cada participante puede presentar un texto original, leído, de memoria o improvisado, y usar su voz, cuerpo, escenario, e interacción con el público. Es válido enfocarse en dos o tres de estos elementos aunque lo ideal es que el participante considere a los cinco; no se permiten disfraces, instrumentos musicales ni nada ajeno al cuerpo.
Una vez que el jurado tuvo en sus manos el listado de los 12 participantes, Rojo pidió a alguien seleccionado al azar entre el público que dijera un número entre el 1 y el 12. El número manifestado correspondió al concursante de la lista, quien al momento pasó al frente para echar a volar su lírica, improvisada o leída.
Rojo recordó que la realización de estos ejercicios poéticos inició en 2005 y actualmente ya son muchos los recintos que han cobijado esta iniciativa, como la Casa del Lago Juan José Arreola, el Laboratorio Arte Alameda, la Fonoteca Nacional y la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, entre otros en todo el país.
En este formato de encuentro poético lo importante no es ganar, sino compartir la poética de los nuevos escritores con el mayor número de gente posible, sin embargo, además del organizador, los participantes, el jurado y quien cronometró el tiempo, el verdadero público se pudo contar con los dedos de ambas manos.