De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), la mayoría de los 40 millones de argentinos son mujeres, ya que representan el 53 por ciento de la población.
En principio parecería que las argentinas corren con ventaja en el mercado laboral, ya que el 18 por ciento de ellas cuenta con estudios universitarios completos, frente al 13 por ciento de los hombres que pueden presumir un título.
La realidad es muy diferente, ya que sólo cinco de cada 10 mujeres tiene un trabajo, lo que contrasta con el 70 por ciento de los varones que logra ser contratado.
El panorama se complica con la maternidad, ya que las encuestas demuestran que ellas siguen siendo las principales responsables de cuidar a los hijos, llevarlos a la escuela, preparar sus alimentos, y ayudarlos con la tarea.
La crianza complica su situación laboral, ya que sólo encuentran trabajo seis de cada 10 mujeres que han tenido un solo hijo, dados los prejuicios de los empleadores que temen por el incumplimiento laboral de las madres.
A mayor descendencia, mayores problemas para ser contratadas, porque las mujeres con dos o más hijos tienen muchas menos posibilidades de conseguir trabajo dado el prejuicio de que no pueden dedicarse a ambas cosas.
Por eso es que, de las mujeres que tienen dos o más hijos, sólo entre un 30 y un 44 por ciento logran un empleo estable, pero aún así deben seguir haciendo malabares para cumplir con sus dobles jornadas de trabajadoras y madres.
A ello se le suma la inequidad salarial, ya que las mujeres trabajadoras en Argentina ganan, en promedio, salarios un 36 por ciento menores a los de los hombres, aunque se tenga la misma formación y se cumpla el mismo rol.
En el desglose de las estadísticas, la inequidad también se manifiesta en el hecho de que sólo 19 por ciento de las mujeres son patronas o se autoemplean, situación que disfruta el 26 por ciento de los hombres.
Pese a que Argentina está gobernada por una mujer, Cristina Fernández de Kirchner, desde 2007, siguen pesando los estereotipos de género en el trabajo.
Por ejemplo, casi ocho de cada 10 maestros son mujeres, al igual que el 70 por ciento de profesiones relacionadas con atender a otros, como Trabajo Social y Enfermería, mientras que sólo el tres por ciento del sector obrero es ocupado por ellas.