Peter Knudson, vocero de la Junta Nacional de Seguridad de Transporte (NTSB, siglas en inglés), declaró a Notimex que la próxima semana podría ser emitido un informe preliminar sobre el percance con saldo de un muerto y dos heridos, todos de nacionalidad mexicana.
El jet Bombardier Challenger 600 -que despegó de Toluca, Estado de México, y había hecho una escala en Tucson, Arizona- se precipitó a tierra en medio de fuertes vientos en el aeropuerto de Aspen poco después del mediodía del domingo.
A causa del impacto murió el copiloto Emilio Carranza Brabata, de 54 años, y resultaron lesionados su hermano, el piloto Moisés Arturo Carranza Bravata, y el segundo piloto Miguel Ángel Henríquez.
El primer piloto fue reportado este miércoles como estable y el segundo en estado “crítico”, debido a los golpes y quemaduras que sufrieron al estrellarse e incendiarse la aeronave.
Versiones preliminares indican que los tripulantes del jet habían realizado el viaje a Colorado para recoger a familiares y amigos.
Knudson dijo que los investigadores de la NTSB no han podido hablar con los pilotos sobrevivientes, pero esperan hacerlo una vez que sus condiciones de salud mejoren.