Transformación de Jorge Mario Bergoglio durante su primer año como papa

Papa Francisco I con la bandera de Argentina

En entrevistas por separado con Notimex, tres personalidades argentinas que conocieron al cardenal arzobispo de Buenos Aires reconocen que la elección como vicario de Cristo lo rejuveneció en la chispa y el trato cotidiano.

“El hubiese querido que otra persona mas joven fuese la elegida. A Jorge no le gustaban los primeros planos, él siempre ha sido muy humilde y trataba de que otras personas ocuparan ese rol”, relató Gustavo Vera, activista argentino de derechos humanos.

“Siempre prefería sentarse atrás de todo y ayudar a la gente sin que se sepa que había sido él”, agregó.

“Voy a Roma y vuelvo antes de Semana Santa”. Esa frase repitió infinidad de veces el entonces arzobispo de la capital argentina a sus conocidos y colaboradores en febrero de 2013, mientras se alistaba para participar en el Cónclave que elegiría sucesor de Benedicto XVI.

Pero nunca regresó y el 13 de marzo siguiente fue elegido papa. Vera, que lidera la fundación contra la trata de personas “La Alameda” y tiene una relación especial con Bergoglio, recordó que el día de la elección muchos medios le pidieron material fotográfico del nuevo obispo de Roma.

“Innumerables veces él pedía que los medios no fueran (a nuestras actividades) porque no era un objetivo mediático, excepto cuando quería proteger a una víctima (de abuso) o una organización (amenazada). No era de mediatizar su accionar, por eso no era tan conocido masivamente”, recordó.

Como jesuita, señaló, era disciplinado y su marco de acción estaba marcado por sus obligaciones de obispo y cardenal, en el marco de la estructura de la Iglesia que lo limitaba.

“Ahora él puede ser lo que en realidad siempre fue y en determinadas ocasiones no podía ser. Ahora lo vemos en su plenitud, porque siendo el Papa tiene una libertad de movimiento que antes no tenía en toda su dimensión”, agregó.

Para el sacerdote Guillermo Marcó, quien por muchos años se desempeñó como portavoz de la Arquidiócesis de Buenos Aires, lo más rescatable de este año de pontificado es que “un cura de parroquia” ha llegado hasta el puesto más importante de la Iglesia.

“Lo que está marcando Francisco es esa vuelta a la búsqueda del rebaño, acompañado por los gestos maravillosos como los que él tiene”, estableció.

Por otra parte y también en entrevista Jorge Telerman, judío y presidente del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, subrayó que se ha convertido en el “argentino más universal”, capaz de inyectar una “fantástica corriente de aire fresco” que está recorriendo el mundo.

Destacó que desde los sectores más impensados actualmente se le presta atención a Francisco en su palabra y en su acción, en la prédica y en la práctica.

“Quienes ya lo conocemos sabemos que su palabra renovadora siempre está acompañada de una práctica comprometida, el mundo hoy lo está viendo”, apuntó.

“No es sólo una palabra o unos gestos como los de los primeros días, que asombraban y generaban admiración, sus acciones siempre van acompañadas de un mensaje, hoy Francisco, ayer el padre Jorge”, sostuvo.

“Eso nos satisface porque va mucho más allá de la grey católica: los judíos, los musulmanes y hasta los no creyentes miran y se admiran por la capacidad de acción de este gran hombre, inspirador y sabio”, sentenció.

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