Tony Camargo apuesta por quehacer cultural como pasaporte a la paz

* El cantante aconseja el estudio como medio para hacer de los pequeños de hoy los adultos de provecho del mañana

Por Juan Carlos Castellanos C. Enviado

Mérida, Yuc. 6 Ene (Notimex).- Impecablemente vestido al subir al escenario; risueño al estar frente a su público que nunca ha dejado de quererlo y sensible hasta las lágrimas al recordar que en 2016 murió su amada esposa, el cantante Tony Camargo (Guadalajara, 1926) habló de lo que le dejó el año viejo.

“Desgraciadamente me trajo infelicidad. Me siento un poquito solo sin ella”, dijo en entrevista con Notimex, y con tono conmovedor que rápidamente hizo por superar, el ícono de la música tropical añadió que también le dejó un nuevo disco, producto de una tertulia en su casa, rodeado de entrañables amigos artistas.

“El autor y arreglista de todos los temas es Miguel Ángel Lizama Pech. Su sobrino me acompañó en el piano y aunque está hecho con todo el rigor artístico y cultural, es una producción informal por la enorme carga de cariño que tiene”, añadió el hijo de Manuel Camargo y Guadalupe Carrasco, quienes también fueron cantantes.

Explicó que durante un reciente viaje a Colombia, una estación de radio lo nombró Hijo Predilecto de esa nación, y a su regreso, quiso agradecer tal deferencia pidiéndole a su amigo Lizama Pech que compusiera un tema al que titulara “Colombia”. Hizo ese tema y ocho más que juntos dieron forma y vida al disco “Hoy y siempre. Tony Camargo”.

Camargo llenó una de las páginas más hermosas del cancionero popular mexicano con la canción festiva “El año viejo”, de la autoría del colombiano Crescencio Salcedo. “Fue parte de mi primer disco de larga duración, grabado en 1953 y desde entonces no deja de oírse en millones de hogares mexicanos cada fin de año”, dijo con un mohín de modestia.

En su voz, “El Año Viejo” pronto alcanzó una enorme popularidad en los albores de la segunda mitad del Siglo XX. Además de México, sonó profusamente en Colombia, Perú, Ecuador, Venezuela, Estados Unidos, Brasil y otras naciones del continente, además de diversos países de Europa, como España, e incluso llegó hasta Japón en varios idiomas.

Recordó que en 2014, Glenn Garrido, director artístico de la Orquesta Filarmónica de Houston, Texas, lo invitó a esa ciudad. “Mi alegría fue enorme cuando me pidieron que cantara ‘El Año Viejo’ ante un público compuesto por venezolanos, peruanos, argentinos, mexicanos, norteamericanos y colombianos. Mirando al cielo, agradecí a Crescencio Salcedo”.

Tony Camargo, quien desde la década de 1990 estableció su residencia en esta ciudad, es instrumentista y cantante de la Orquesta del Ayuntamiento local, tiene presentaciones periódicas. “La próxima semana cantaré en diversos puntos de la ciudad: El martes en Santiago, el jueves en Santa Lucía y el domingo en el Palacio Municipal”.

Contemporáneo de otros astros de la música, como José Alfredo Jiménez, Agustín Lara, María Victoria, Los Diamantes, Los Ases y Los Hermanos Martínez Gil, con quienes realizó giras dentro y fuera del territorio nacional, Tony Camargo subrayó que apuesta por el arte como fórmula para que México alcance la anhelada paz.

En sus escasos ratos libres, repasa con todo detalle sus anécdotas y recuerdos, así como las memorables actuaciones que tuvo al lado de orquestas brillantes como las de Dámaso Pérez Prado, Luis Carlos Meyer quien introdujo la cumbia colombiana en México, y “El Millonario” Pablo Beltrán Ruiz autor de la popular “¿Quién será la que me quiera a mí?”.

Creador de otros éxitos como “Hay un hombre aparecido”, “La engañadora”, “El negrito del Batey” y “La Bandolera”, Camargo participó la víspera en la “Serenata Yucateca” en el Parque de Santa Lucía, al lado de la Orquesta del Ayuntamiento de Mérida, el Ballet Folclórico del Ayuntamiento local, el declamador Sergio Cámara y la intérprete Rubí.

Además de considerar al quehacer cultural como medio para restablecer el tejido social en México, Tony Camargo subrayó que toca a cada uno del os mexicanos trabajar, ser buen ciudadano y hacer algo por engrandecer a la nación. “A los niños y niñas les pido estudiar y que se preparen, porque eso, más adelantes los hará hombres y mujeres de bien”.

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