Un nuevo estudio, asegura que los antiguos habitantes de Egipto aprovecharon el equinoccio de otoño para conseguir la casi perfecta alineación que tienen entre sí las pirámides de Giza, con sus cuatro caras mirando a los puntos cardinales.
Los equinoccios son los dos momentos del año en los que el Sol alcanza el punto más alto en el cielo con relación al observador, y marcan el paso a la primavera y al otoño.
Resulta que las cuatro caras de las cinco pirámides dan al norte, al sur, al este y al oeste con una desviación 0,66º en contra de las agujas del reloj. Es la misma desviación que se consigue si se aprovecha el equinoccio de otoño.
La investigación publicada en The Journal of Ancient Egyptian Architecture dice que la civilización era capaz de determinar con precisión la posición solar durante los equinoccios con un instrumento de la época, conocido como el gnomon: una vara que mide el recorrido de su sombra tras clavarla en el suelo.
De acuerdo a los arqueólogos, los egipcios solo tuvieron que ir marcando los diferentes puntos que iba recorriendo la sombra del gnomon a medida que transcurría el equinoccio de otoño para acabar trazando un arco perfecto. Después, unieron dos de esos puntos y trazaron una línea recta, sobre la que construyeron las pirámides.
Así hicieron los egipcios para alinear las pirámides de manera tan perfecta https://t.co/DuUdKqGt6L pic.twitter.com/8QgFOLMzsz
— Gizmodo en Español (@GizmodoES) 20 de febrero de 2018
“Quienes construyeron la Gran Pirámide de Giza, la más grande de la tres y conocida también como Pirámide de Kheops, la alinearon con los puntos cardinales con una exactitud de no más de cuatro minutos de sombra del arco”, explica Glen Dash, el autor de la investigación, que puso a prueba su método personalmente durante el equinoccio de otoño del 22 de septiembre de 2016.
TE RECOMENDAMOS