Por Armando Pereda Maldonado. Enviado
Puebla, 30 Oct (Notimex).- La mente brillante detrás de algunas de las adaptaciones al cine del escritor Stephen King: Mick Garris, presentó en el Mórbido Fest 2015 su película Sleepwalkers (1992), y dijo que es un gran admirador de las celebraciones del Día de muertos en México, e informó que trabaja en su primera novela.
Me siento muy contento de ser parte de este festival, es la primera vez que estoy en Puebla y es un honor que mi película esté aquí, es un gran elogio porque tiene gran audiencia, declaró en entrevista con Notimex.
Él director y guionista estadunidense dijo que 2016 será muy emocionante para él, pues tiene grandes proyectos, entre ellos algunos filmes y una colaboración con Mórbido para hacer varios cortos de películas de horror, dijo.
Respecto a su novela, señaló que se traducirá al español y que le alegra que salga a la venta, pues ha implicado un gran reto para él.
Mi historia se llama Salomé, no tiene que ver con las historias de horror que manejo, tendrá ciertos elementos interesantes; la novela se desarrolla en lugares como Los Ángeles y en un lugar llamado Salomé, que está en Arizona, indicó.
Consideró interesantes las festividades del Día de muertos en México, desafortunadamente tengo que irme el lunes 2 de noviembre, pero podré ver lo que pasa el 1, que es celebrado y basado más que nada en los niños difuntos, añadió.
Compartió que le encanta una novela del escritor estadunidense Red Bradbury, la cual tiene algunos elementos del Día de muertos en el contenido, además de otros elementos mexicanos, lo cual fue lo que le atrajo desde que lo leyó.
Me ha interesado conocer más allá de lo que es la tradición de los fieles difuntos y México en general, aseveró.
Expresó que su cinta Sleepwalkers fue la segunda que utilizaba efectos CGI (Computer-generated imagery), después de Terminator 2, por lo que en ese entonces prácticamente estaba trabajando en territorio desconocido.
Trabajar con la mezcla de efectos visuales fue algo interesante para Garris, aunque aceptó que se trabajó con ciertos aparatos tecnológicos le ocasionaron fuertes dolores de cabeza.