Por Marcia Bizzotto. Corresponsal
Bruselas, 28 Oct (Notimex).- El inicio de noviembre está marcado en Bélgica por las celebraciones católicas del Día de Todos los Santos, el 1 de noviembre, y la Fiesta de las Almas, el 2 de noviembre, equivalente al Día de Muertos, en que las familias visitan las tumbas de sus entes queridos y les depositan flores.
Ambas fechas hacen parte del calendario oficial del país, que les considera días festivos y, en el caso de las escuelas, marca el inicio de una semana de vacaciones.
Sin embargo, desde el año 2000 las dos fiestas católicas vienen perdiendo protagonismo para la tradición estadunidense del Halloween, celebrada el 31 de octubre.
Aunque la celebración sigue siendo modesta en ese pequeño país europeo, el interés por ella no cesa de crecer.
Prácticamente todas las escuelas del país han integrado la celebración de Halloween entre las festividades anuales y la celebran con bailes de disfraces y cenas temáticas.
En algunas localidades, las autoridades organizan baladas nocturnas en plazas y parques públicos con el tema del terror.
Establecimientos comerciales de todos los tipos, desde supermercados, tiendas de juguetes, bares, restaurantes, museos o cines, aprovechan la fecha para organizar eventos y acciones especiales.
Es el caso del parque de atracciones Walibi, que todos los años prepara atracciones especiales para el día de Halloween, su tradicional Noche del Terror.
La red de supermercados Carrefour en Bélgica introdujo hace cinco años productos relacionados con Halloween en las estanterías durante el mes de octubre.
Observamos que es una tendencia que va de aumento. Cada año se venden más los disfraces y cosas relacionados con Halloween, afirmó a Notimex el portavoz de la empresa, Baptiste Van Outryve.
No obstante, Renaud Zeebroek, investigador del Centro de Antropolgía Cultural de la Universidad Libre de Bruselas, estimó que no se trata puramente de una fiesta comercial.
El comercio sigue la tendencia, pero no la precede. El suceso de esa fiesta se debe al interés de la gente por el sobrenatural, indicó.
La curiosidad por el extranjero, que aumenta al mismo ritmo que la globalización mundial, también explicaría la adopción de la fiesta estadunidense por los belgas.
Observamos que la cultura de los demás se vuelve un tema de diversión. Por ejemplo, el año nuevo chino se celebra en Bélgica más por los belgas que por los mismos chinos, afirmó.
Sin embargo, entre los mexicanos residentes en Bélgica, muchos tratan de mantener la tradición nacional del Día de Muertos buscando por Internet los productos y platillos relacionados o dándose cita en algún restaurante que tenga previsto celebrar la fecha.
En el puesto de tacos que mantiene desde hace un año en un mercadito de barrio, la mexicana Selene Ruiz, alistó un menú especial para esta semana, incluyendo pan de muertos, tamales, y el altar de muertos.
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