Río de Janeiro, 14 Oct (Notimex).- El gobierno brasileño buscó hoy desactivar un eventual voto de impeachment (inhabilitación) en el Congreso, en un encuentro con el principal detractor de la presidenta Dilma Rousseff, el líder de los Diputados Eduardo Cunha.
Cunha se reunió con el vicepresidente Michel Temer, y con el jefe de la Casa Civil, Jacques Wagner, ambos de su mismo partido político, el centrista Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), miembro de la coalición gobernante, para reducir la tensión política.
Aunque Cunha actúa desde hace meses como opositor a Rousseff pese a ser miembro del PMDB, el Ejecutivo espera que exista una posibilidad de desactivar los pedidos de impugnación que el líder del Congreso tiene sobre la mesa.
De hecho, el líder legislativo tiene la potestad de decidir si pasan a votación o no de la Cámara.
El controversial y hábil Cunha, acusado de recibir millones de dólares desviados de la petrolera Petrobras a sus cuentas bancarias en Suiza, dijo hoy que no hay guerra ni tregua” con el gobierno.
La prensa brasileña dijo sin embargo que el jefe del Congreso habría aceptado negociar con el Ejecutivo una salida negociada a la crisis política.
Esto como consecuencia de la decisión judicial de la víspera que impide de forma provisional que el juicio político contra Rousseff por incumplimiento de la ley de responsabilidad fiscal siga el curso protocolario que la oposición quería.
Cunha y la oposición anunciaron que presentarán un recurso judicial, pero lo cierto es que todo indica que no habrá eventual votación del recurso de inhabilitación hasta noviembre.
El alivio aminora el clima de inestabilidad política y los rumores que impactan a diario el curso de la bolsa de valores de la mayor economía de América Latina.