Futuro incierto de indígenas chiapanecos ante cambio en tradiciones

Por Isaí Flores López. Corresponsal

Tuxtla Gutiérrez, Chis., 11 Oct (Notimex).- El futuro de los pueblos y comunidades indígenas de Chiapas es incierto ante los cambios que han tenido en sus tradiciones, advirtió Rosana Santiago García, investigadora de la Universidad Autónoma de Chiapas.

“El futuro de las comunidades indígenas es un poco azaroso, dependen bastante de las políticas públicas, hemos visto una transformación de la vida de los indígenas a partir de los programas sociales, un cambio en costumbres y tradiciones que no esperábamos”, comentó.

Ejemplo de ello, acotó, es el abandono del campo, ya no se cultiva como antes, el cambio alimenticio, en las comunidades indígenas hay un aumento terrible en el consumo de refrescos embotellados. Puntualizó que el recurso de los programas sociales les ha cambiado y modificar su alimentación, y esta no es de la mejor, es chatarra, frituras, es consecuencia de los programas que no resuelven el problema de la pobreza y complican mucho más la nutrición de los habitantes de las comunidades indígenas.

“Además, las comunidades indígenas de Chiapas no son homogéneas, cada una de ellas es distinta por diversas razones; en primer lugar por su situación geográfica, que de alguna manera las determina, por su lengua materna y más distintas aun por costumbres, tradiciones y por sus actividades económicas”, explicó.

En entrevista con Notimex, la socióloga expuso que a los pueblos y comunidades indígenas les faltan muchas cosas, a las más necesitadas les hace falta el impulso de proyectos productivos para generar una autonomía económica que les permita ser autosuficientes.

Subrayó que el problema es que no son independientes, tienen ambientes naturales bastante deteriorados y la falta de impulso de proyectos productivos no les permite ser económicamente independientes, lo cual hace poblaciones con muchas carencias.

En víspera de la conmemoración del Día de la Raza, el 12 de octubre, consideró que el cambio de esa situación tiene que ver con políticas públicas que estén bien orientadas.

A su vez, que existan políticas públicas endógenas, donde realmente haya una participación de la comunidad quien va a definir cuáles son sus necesidades y la mejor forma de resolverlas.

Subrayó que el problema con las macro políticas públicas es que llegan hacia las zonas indígenas hechas detrás de un escritorio, y no consideran los contextos, las necesidades individuales de cada una de estas comunidades y difícilmente se pueden aplicar.

“A veces este tipo de políticas no resuelven las necesidades prioritarias de las comunidades, las políticas tienen que emerger desde adentro, pues en este momento las poblaciones indígenas estarían siendo escuchadas pero solamente quizás en sus macro demandas”, advirtió.

Ejemplo de ello, apuntó, cuando hay protestas masivas, pero generalmente se responde con el programa Prospera, con la repartición de despensas, pero no se resuelve de manera estructural el rezago, es solamente un paliativo.

A partir de 1994 ha cambiado la vida de muchas comunidades indígenas, de otras no, muchas comunidades zapatistas se volvieron autónomas y les dio la capacidad de autogestión, de alguna manera estas comunidades han prosperado de una forma independiente.

Por otra parte, destacó, en términos culturales, la pérdida de la legua materna es terrible, pero también en términos prácticos, porque lo que ha sucedido es que la comunicación al interior de las comunidades ha bajado muchísimo.

“Los indígenas privilegian el aprendizaje del español sobre el de su propia lengua porque tienen esta visión de no quedarse a vivir en la comunidad, sino de migrar para buscar mejores condiciones de vida para la satisfacción de sus necesidades”, explicó Santiago García.

Por un lado, continuó, tenemos la educación que llega a las comunidades que generalmente se imparte en español a pesar de que se diga que es una educación bilingüe, a veces el profesor bilingüe sabe español y otra lengua, pero no es la de la comunidad, no hay un cuidado sobre la contratación de profesores bilingües, esto dificulta el aprendizaje de los contenidos.

“Es obligatorio para las comunidades el aprendizaje del español, tampoco se da de manera óptima, se medio aprende español, se desaprende la lengua materna, y esto sí es una pérdida terrible para las comunidades”, aseveró.

“Hay varias lenguas que ya se han perdido, como no están escritas, no hay gramática solamente encontramos hablando a los más viejos”, dijo.

“En el tzeltal, de las cuatro variantes dos o tres ya no se hablan, la que más se hablan son tzeltal y tzotzil, mientras que la maya se está perdiendo, chol y tojolabal son de las que menos se habla, lo que hace que el indígena pierda su identidad, pues hay presión por aprender español y se pierde la lengua materna”, sostuvo.

Consideró que en materia educativa hay mucho por hacer, planes y programas en español, pero en todas las lenguas maternas, las 12 que reconoce la Constitución Política del Estado, chol, tzetal, tzotzil, zoque, tojolabal, maya, mame, mochó, jacalteco, cachiquel, kanjobal y chuje.

“A la vez, hay que tener cuidado en la contratación de profesores bilingües, habría que procurar enseñar en español y lenguas maternas, aunque si promovemos el desarrollo económico de las comunidades a lo mejor la visión del indígena no sea salir de su lugar de origen”, acotó.

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