Esenciales, leyes claras y cambio cultural contra la corrupción

México, 6 Oct (Notimex).- Para que las prácticas de corrupción disminuyan en el país se requiere que las leyes de todos los niveles de gobierno sean claras, pero también un cambio cultural en los funcionarios públicos y ciudadanía, coincidieron funcionarios y académicos durante la Semana Nacional de Transparencia.

El director general de Estadísticas de Gobierno, Seguridad Pública y Justicia del INEGI, Adrián Franco Barrios, explicó que de 300 millones de trámites gubernamentales que se realizan al año, aproximadamente en siete millones hay corrupción.

Durante la mesa de discusión sobre los retos de los sistemas nacionales de transparencia y anticorrupción –actualmente en construcción- indicó que solo 12 mil 80 personas fueron víctimas de la corrupción.

Ello, abundó, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental aplicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) durante 2013 en 33 mil hogares.

El funcionario señaló que de seis mil 554 funcionarios señalados de presunta corrupción solo 949 fueron imputados, 161 recibieron sentencia y 140 fueron encarcelados.

Asimismo, recordó que la corrupción no es privativa de la administración pública, ya que “una de cada cinco personas cree que sus vecinos son corruptos o que pueden caer en actos de corrupción y que uno de cada cinco parientes puede caer en un acto de corrupción o que ha pagado un acto de corrupción”.

Consideró que los retos principales en la materia es que las leyes sean claras, con definiciones absolutas aplicables a todos los niveles, incluidos los dos mil 457 municipios, con incentivos para cumplirlas aplicarlas y con sanciones eficaces.

Asimismo, se pronunció a favor de desarrollar servidores públicos de nueva generación y una nueva cultura organizacional.

“Tener un periodo límite de tres años, como es el caso de los municipios o de seis años en el gobierno federal y los estatales. Si los mantenemos solamente tres años, pues van a seguir pensando como botines y no como un esquema de vida”, consideró.

A su vez el director de la división de Administración Pública del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), David Arellano Gault, dijo que la corrupción es más que simplemente leyes y normas para meter gente a la cárcel y requiere de un cambio educativo, cultural y social más amplio.

Entrevista con Notimex posterior al panel recordó que muchas organizaciones, empresas gobiernos, funcionarios, políticos y ciudadanos se “benefician” de la corrupción, es decir, que les es más práctico ser corruptos.

“La corrupción le funciona a mucha gente y mucha gente se beneficia de ello, muchos nos beneficiamos porque estamos atrapados, si no transamos con el funcionario, con el policía, con el empresario entonces no vamos a recibir los servicios, tramites y permisos”, explicó.

“Cuando la corrupción se haga indeseable, es cuando veremos mejores resultados. En corto plazo lo que podremos lograr es que el concepto y el problema sean relevantes para la sociedad”, consideró.

Por ello, comentó que el mejor escenario para el Sistema Nacional Anticorrupción es que la gente no se desilusione muy rápidamente e impulse el tema para dar el paso que sigue.

A su vez, Joel Salas Suárez, quien moderó la mesa, dijo que los sistemas de transparencia y anticorrupción generan grandes expectativas para dinamizar la democracia, por lo que si los funcionarios no cambian de actitud y la sociedad tolera la corrupción, se pueden volver frustración.

“El tema es uno de los fundamentales para recomponer el vínculo autoridad ciudadanía”, dijo el comisionado del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales.

Señaló que se requiere una agenda para atajar la corrupción en los trámites gubernamentales, así como el compromiso de la sociedad para salir de las prácticas cotidianas de corrupción.

“Hay necesidad de un cambio real. Se está generando un cambio en la opinión pública y en diversos actores. En el sector público hay una necesidad de pasar a la acción”, indicó el comisionado al añadir que los resultados reales se prevén sean vistos en menos de cinco años.

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