Mostrar un México apasionado, lírico, poético y sentimental fue uno de los motivos que llevó al cineasta Aarón Fernández a filmar Las horas muertas, que tras su paso en festivales como San Sebastián, Tokio y Morelia, llega este viernes a la cartelera comercial con 16 copias distribuidas en el Distrito Federal y Veracruz.
La idea de esta película surgió a partir de un viaje que realicé a Costa Esmeralda, Veracruz, donde me encontré muchos moteles un tanto abandonados en medio de un lugar maravilloso, así que decidí escribir una historia que contrastara lo maravilloso del lugar con la soledad de los personajes, expresó Fernández en conferencia de prensa.
Recordó que su primer largometraje Partes usadas (2007) tiene una temática social, y en Las horas muertas continúa por esa línea pero fuera de la gran ciudad para contar una historia de amor con tintes de erotismo, aprovechando los paisajes naturales de la costa veracruzana.
Este es el tipo de historias que me gusta contar, basadas en sus personajes que están en transición y con un lenguaje narrativo que permite que el espectador sea testigo del crecimiento y la transformación de los protagonistas, apuntó.
Indicó que una de las etapas más complicadas fue el casting, pues los actores siempre han tenido un papel fundamental en sus trabajos como director, así que después de un largo y riguroso proceso de selección, eligió a los actores Kristyan Ferrer y Adriana Paz en los roles protagónicos, así como a no actores, personas del lugar para dar mayor realismo a la historia.
En este sentido, Kristyan Ferrer (Días de Gracia) señaló que trabajar con Fernández fue una grata experiencia porque es un realizador que tiene muy claros sus objetivos, aunque también es un director que te pone un poco en riesgo al mezclar a actores y no actores, pero fue una película en la que aprendí y me divertí mucho.
Mientras que Adriana Paz (Rudo y Cursi) confesó que Miranda, protagonista de la historia, es muy distinta a sus anteriores personajes, al principio la veía como un personaje ligero, pero conforme avanzó la historia fue creando fuerza y al final lo valoré mucho.
Las horas muertas narra la historia de Sebastián (Ferrer), un joven de 17 años que debe administrar el motel de su tío, que alquila habitaciones por horas, ahí conoce a Miranda (Paz), una clienta habitual que acude para encontrarse con un amante que siempre la deja esperando. Durante esos tiempos muertos, Sebastián y Miranda se conocen y da comienzo un fugaz juego de seducción entre ambos.
La cinta se estrenó mundialmente en el Festival de Cine de San Sebastián, y obtuvo el Premio a la Mejor Contribución Artística en el Tokio International Film 2013, además de que Adriana Paz ganó como Mejor Actriz de Largometraje Mexicano en el Festival de Cine de Morelia.
Aarón Fernández considera que si la cinta ha sido bien recibida en los países en los que se ha presentado, en gran medida se debe a que el público está un poco cansado de las películas que hablan de violencia, creo que uno de los atributos de ´Las horas muertas´ es su compromiso con la realidad y por mostrar otra visión del México actual y cotidiano.