Bogotá, 4 Nov (Notimex).- El problema de las drogas en América Latina no se resolverá si nos enfrascamos sólo en el paradigma de prohibirlas o permitirlas, sostuvo hoy el embajador de México en Colombia, Arnulfo Valdivia Machuca.
Es necesario atender los efectos que han tenido en nuestros países la corrupción, la desigualdad, la falta de justicia, pobreza, impunidad e ineficiencia de las instituciones, subrayó el diplomático mexicano.
Valdivia Machuca participó este miércoles en el foro La estupidez, una reflexión urgente, auspiciado por la Personería de Bogotá y la Universidad Externado de Colombia, informó la oficina de prensa de la legación.
Estos temas, dijo, requieren de un análisis que trascienda las posiciones desinformadas y se encaminen hacia una discusión inteligente.
Estas fallas de la inteligencia individual y colectiva, o de la estupidez individual y colectiva, nos tienen encerrados en un debate, el de las drogas, anotó.
Este tipo de debates nos lleva a preguntarnos si todos los demás elementos no son los que tendríamos que estar discutiendo inteligentemente, en vez de estar enfrascados en un paradigma que finalmente no tiene sentido, insistió el embajador mexicano.
¿Cómo estamos discutiendo el tema de las drogas? ¿Cómo estamos argumentando, a favor o en contra, de su legalización o no? Pues bajo el automatismo del discurso, sostuvo.
Para el diplomático, todos decimos que tenemos información, pero en realidad repetimos lo que escuchamos de gente en la que creemos. Sin tener capacidad de formarnos un criterio.
Otros prefieren no opinar, unos más no saben poner en palabras lo que quieren decir y todas estas situaciones nos van llevando a elementos que nos hacen cuestionar los debates. Esto también es un fracaso de la inteligencia, aseveró.
El problema es que cuando encerramos el tema a discutir en un paradigma altamente influenciado por patologías de la inteligencia, tenemos debates sin solución, prejuiciados, en donde asumimos una posición cerrada.
Pero además son discusiones sin información, sin capacidad de decisión real, de raciocinio personal, altamente influenciados por lo que nos dicen, por lo que creemos, que llevan los dos extremos a querer ganar un debate, sin trascender el paradigma, puntualizó.