Estados Unidos elogia a México por arresto de “El Chapo” Guzmán

James Dinkins es el subdirector ejecutivo a cargo de investigaciones de seguridad de la policía de Inmigración y Aduanas (ICE en inglés). En declaraciones ante la Comisión de Seguridad Nacional de la cámara baja, dijo que México se lleva las palmas por el arresto de of Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera. Añadió que agentes de la ICE, la agencia antidrogas DEA y el Servicio de Alguaciles ayudaron a poner fin a una cacería que duró una década.

“Tenemos la mejor relación que hayamos tenido con nuestros homólogos mexicanos”, dijo Dinkins. “Ellos han demostrado ser un socio crucial de ICE”.

Dinkins señaló que la cooperación va más allá de atrapar a los principales líderes de los carteles mexicanos de narcotráfico e incluye investigaciones y arrestos en casos de depredadores de menores de edad y el desmantelamiento de túneles transnacionales utilizados para contrabandear droga a través de la frontera. Dinkins dijo que las autoridades mexicanas reaccionaron “en minutos” tras ser alertadas de un túnel descubierto recientemente en la frontera. Esa operación llevó al arresto de tres personas y decomiso de droga con valor de millones de dólares.

El arresto de Guzmán “envió un mensaje claro al mundo de que México está deseando y está siendo capaz de afrontar al cartel más sofisticado en el mundo”, agregó Dinkins. Alan Bersin, subsecretario de asuntos internacionales del Departamento de Seguridad Nacional, dijo que la cooperación en materia tanto de los carteles de la droga como de la inmigración crece sin cesar.

Bersin señaló que la captura de Guzmán a inicios del año y la aprehensión de líderes de cruel cartel de Los Zetas el año pasado en una señal clara que el presidente de México, Enrique Peña Nieto, está interesado en hacer frente a los problemas que tienen impacto en ambos países.

Agentes judiciales de Estados Unidos y el Departamento de Seguridad Nacional han pregonado desde hace tiempo la relación con sus homólogos mexicanos. Pero a poco de asumir en 2013, Peña Nieto ordenó que todo contacto con las autoridades judiciales estadounidenses fuera a través de un departamento único. Sergio Alcocer, subsecretario para asuntos exteriores relacionados con Norteamérica, dijo en el momento que todo contacto sería canalizado a través de la Secretaría de Gobernación (Ministerio del Interior), la cual se encarga de la seguridad y política nacional.

Fue un cambio drástico respecto a la manera de compartir información directa por parte de varias agencias en el gobierno de Felipe Calderón.

En su testimonio por escrito, Bersin subrayó además operaciones previas contra bandas de narcotráfico y un acuerdo para comenzar a repatriar a estados del interior de México a inmigrantes que cometieron delitos en Estados Unidos, en lugar de deportarlos a ciudades violentas ubicadas en la frontera.

Guzmán fue arrestado en una redada realizada a fines de febrero antes del amanecer en un condominio de varios pisos en la ciudad costera de Mazatlán, México. Una intervención de conexiones telefónicas por parte de agentes de la ICE en el sur de Arizona proporcionó la pista final sobre el paradero de Guzmán días después de que escapó por poco de ser capturado en Culiacán, capital del estado de Sinaloa.

Dinkins no mencionó el miércoles cómo ayudaron las autoridades estadounidenses a la captura, y en lugar de ello elogió a la unidad de las fuerzas armadas de México, que realizaron el arresto sin disparar un solo tiro. Desde la detención de Guzmán, algunos legisladores han presionado para que sea extraditado. El Chapo enfrenta varios procesos en Chicago, Nueva York, San Diego y otras ciudades.

John Feeley, subsecretario de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, dijo que el Departamento de Justicia es la dependencia principal que está solicitando la extradición de Guzmán, pero que Estados Unidos “iniciará negociaciones con los mexicanos”.

Guzmán fue condenado por cargos relacionados con drogas y otros delitos a inicios de 1990 y sentenciado a 20 años de prisión. Escapó en 2001. “Ésta es una cuestión de confianza y certidumbre en nuestra sociedad”, señaló Feeley. “Tenemos toda la confianza y certidumbre de que los mexicanos son capaces de mantenerlo preso”.

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