“No debemos subestimar nada, pero tampoco debemos encerrarnos en casa”, afirmó Renzi.
Los invitados de honor, entre los que había personalidades de los círculos político, empresarial y cultural, fueron revisados con detectores de metales como parte de las medidas de seguridad adoptadas por primera vez en la casa de ópera de Milán debido a que fue señalada como posible objetivo después de los ataques de París.
Renzi ha enfatizado la importancia de la cultura en la lucha contra el extremismo, y junto con su compromiso para invertir 1.000 millones de euros en seguridad, también anunció otros 1.000 millones para inversiones culturales.
“Creo que la cultura es un mensaje universal de belleza en el que Italia tiene mucho que decir en el mundo”, declaró Renzi durante el intermedio.
Centenares de policías crearon un enorme cordón alrededor del teatro para la función, una de las fechas más importantes en el calendario cultural europeo.
Había francotiradores destacados en azoteas y se instaló un número mayor al usual de vehículos policiales en las calles cercanas.
Los invitados incluyeron a la cantautora estadounidense Patti Smith, el bailarín Roberto Bolle, la embajadora francesa en Italia y el ministro de cultura de Italia.
“Como saben, suceden cosas en todo el mundo, en California; acabo de estar en París. Pero tenemos que vivir”, dijo Smith a su llegada el lunes en la noche después de que asistiera el día anterior al concierto de U2 en París dedicado a las víctimas de los ataques del 13 de noviembre.