El Papa Francisco arribó este viernes a Portugal dentro del estadio que hoy lleva el nombre de “Estadio Papa Francisco”, en donde ya lo esperaba el “papamóvil” para poder recorrer las calles de la localidad de Fátima en dirección a su santuario.
Miles de personas se reunieron en las calles de la localidad para poder saludar al pontífice e incluso, algunos de ellos, lanzar pétalos de rosa, en lo que se puede considerar como primer baño de multitudes que tiene el Papa en territorio portugués.
Tras la llegada del máximo representante de la iglesia católica al santuario, se dirigió a la Capilla de las Apariciones, la cual fue construida en el mismo lugar donde hace cien años los pequeños pastores Lúcia, Francisco y Jacinta supuestamente aseguraron haber visto a la Virgen.
“Recorreremos, así, todas las rutas, seremos peregrinos de todos los caminos, derribaremos todos los muros y superaremos todas las fronteras, yendo a todas las periferias, para revelar allí la justicia y la paz de Dios“, dijo Francisco, mientras los peregrinos escuchaban con emoción las palabras del Santo Padre, algunos de ellos, con lágrimas en los ojos.
En ese mismo lugar tiene pensado el participar dentro de la tradicional procesión de las velas y en el rezo nocturno del rosario.
El sábado estará oficiando una misa en la que canonizará a los dos hermanos que, junto a su prima Lucía, fueron testigos de las apariciones marianas para que después de tomar el almuerzo, pueda regresar a Roma.
Para esta visita especial del Papa Francisco a Portugal, el gobierno local tomó medidas extremas dado a los recientes casos de terrorismo que han estado atacando a Europa.
Las fronteras con España fueron cerradas para este fin de semana, dejando solamente dos de ellas abiertas y tomando extremas precauciones para las personas que entren o salgan de territorio luso.