En una salita de la residencia vaticana Casa Santa Marta, el pontífice compartió un doble turno de consultas con ocho cardenales y dos obispos que recibieron el reporte de una comisión que trabajó en el estudio de diversos aspectos del IOR en los últimos meses.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, señaló que no se ha tomado ninguna decisión aún, ya que el trabajo se concentró en la entrega de los resultados arrojados por las investigaciones de la comisión responsable.
Esa comisión fue instituida por un documento autógrafo del Papa (quirógrafo) del 24 de junio de 2013 y tiene como objetivo conocer mejor la posición jurídica y las actividades del Instituto para permitir una mejor armonización del mismo con la misión de la Iglesia universal y del Vaticano.
Los miembros de la comisión expusieron el trabajo llevado a cabo durante estos meses y, en una atmósfera de gran interés por parte de los purpurados, han informado sobre la realidad del Instituto, dijo Lombardi.
Agregó que en el encuentro del Consejo de Cardenales (C-8) se abordaron los problemas qué debe afrontar el llamado banco vaticano e indicaron posibles directrices para su renovación.
Uno de los puntos claves ha sido el de la misión del IOR desde el punto de vista de la acción de la Iglesia en el mundo y no sólo desde el punto de vista de la operatividad económica, aclaró el sacerdote jesuita.
La víspera, en la primera jornada de la tercera reunión del C-8, el papa y los cardenales estudiaron los resultados de otra comisión similar pero que se ha dedicado a analizar la organización de la estructura económico-administrativa del Vaticano.
Lombardi sostuvo que, si bien se trata de dos comisiones distintas, el trabajo de ambas se complementa, ya que el Papa quiere tener una visión de conjunto de cara a la reorganización de su gobierno y sus estructuras.
Los trabajos seguirán mañana miércoles cuando el C-8 se reúna con otros 15 cardenales miembros de un organismo encargado de los problemas económicos y administrativos del Vaticano, del cual forma parte el arzobispo de la Ciudad de México, Norberto Rivera Carrera.