Jane Goodall murió y con ella un espacio dentro de la ciencia que es además de incuestionable lleno de gratitud por todo lo que nos dejó como legado e inmensa herencia.
Si bien será recordada mundialmente por su cálido trabajo dentro de la conservación animal siendo pionera en el trabajo con chimpancés y dentro de la etología alcanzó un impacto que justamente podría ser uno de sus legados.
Además del amor y respeto a los animales incentivó y siempre motivó la educación ambiental apegada a la empatía y a la conciencia de que somos seres vivos conviviendo en un planeta que nos pertenece a todas las especies y no solamente a los seres humanos.
Siempre sonriente, amable, cálida y humana. Justamente humanizó la ciencia con su cultura de respeto y tolerancia a toda la fauna. Con paciencia atrajo a la comunidad científica al mundo de los chimpancés para procurar su protección y también de su hábitat y entornos comunitarios.
Jane Goodall su legado
Dentro del legado de Jane Goodall podemos hablar de tres iniciativas que sin duda marcaron el derrotero de su carrera como científica pero sobre todo como mujer amando a los animales y adoptándolos bajo su cuidado estrecho y cercano a la fauna.
La primatóloga y conservacionista inglesa deja un legado invaluable cuyo trabajo y amor a los chimpancés en Tanzania transformó nuestra comprensión hacia los primates y hacia nosotros mismos.
En pro del cuidado y la conservación de estos animales nos dio lucidez y claridad del desarrollo de esta especie y cómo sigue y continuará ligado al homo sapiens siempre y cuando seamos conscientes de la protección y cuidado que requieren. Como todas las especies.
En 1991 creó el programa Roots & Shoots que fue una iniciativa global que involucró a miles de jóvenes en proyectos de sostenibilidad, conservación y sobre todo acción y trabajo comunitario.
Ahora es una red de activistas que junto con la educación ambiental ha empoderado a decenas de cientos de personas que trabajan directamente atendiendo los problemas ambientales e incluso sociales que van de la mano para la conservación de todas las especies, especialmente los animales.
La herencia de Jane Goodall
El Instituto Jane Goodall es la herencia que perdurará por años. Dentro de la institución hay un trabajo de más de 4 décadas donde incluso a través de la docencia se busca que permanezca la amorosa visión de Jane pero también la misión donde un planeta saludable y sostenible es posible.
El estudio de la etología es otras de las herencias de Jane Goodall que incluye:
- El comportamiento social de los chimpancés.
- Comportamiento maternal. Que se asemeja al de los humanos donde una cría de chimpancé pasará a menos su primer año de vida junto a su madre.
- Comunicación. Va acompaña de ruidos pero también de gestos o actitudes, expresiones faciales y corporales.
Agradecimiento
«Hoy el mundo pierde mucho más que a una científica: perdemos a una conciencia viva, a una voz que nos recordaba que cada acción cuenta, que la esperanza se cultiva, y que nunca es tarde para cuidar lo que amamos.
La partida de Jane Goodall me duele profundamente. Fue una inspiración inmensa en mi vida, una mujer que demostró que la ternura y la ciencia pueden caminar juntas, que observar con respeto puede transformar el mundo, y que incluso una sola persona puede encender una ola de cambio.
Me entristece pensar que ya no está entre nosotros, pero al mismo tiempo siento gratitud infinita por todo lo que sembró: por enseñarnos a mirar a los animales con empatía, a la Tierra con humildad y al futuro con responsabilidad.
Hoy quedamos un poco más solos, pero también un poco más comprometidos a continuar su legado»
—U. Vázquez, Presidente de Gaia, A.C.