Francia vivirá de nueva cuenta en estado de emergencia

Esta medida se ha prorrogado seis veces desde el 2015.

Esta será la primera medida efectiva del presidente francés Emmanuel Macron justo antes de la reforma laboral, la cual sirve como una gran prueba de la voluntad de cambiar la economía francesa.
La primera medida del nuevo presidente Macron consistirá en prolongar hasta el 1 de noviembre el estado de emergencia, el cual está vigente desde el 2015. En un segundo tiempo, Macron quiere dejarlo por siempre al mantenerlo como una ley.
El estado de emergencia es uno de los tres regímenes de excepción que contempla la legislación francesa. Uno de ellos es el estado de sitio, que está previsto en la Constitución y restringe las libertades civiles además de otorgar poderes policiales y judiciales a las autoridades militares.
La otra medida que se prevé en el artículo 16 de la Constitución le otorga al presidente de plenos poderes en caso de amenaza a la integridad nacional y a las instituciones.
El estado de emergencia le da poder al ejecutivo, algunos de ellos que, dentro de una democracia liberal, corresponden al poder judicial.
En este 2017, el ministro o prefecto pueden prohibir la circulación y las reuniones públicas, registrar personas y clausurar lugares de culto, todo ello sin la necesidad de un juez.
Existe en general un crítica en contra del estado de emergencia anunciado, así como lo menciona el rotativo francés Le Monde: “el Gobierno (tome) a contrapié las principales protecciones de las libertades construidas y consolidadas tras la II Guerra Mundial”.
Este estado de emergencia estaba previsto a ser solo provisional desde los atentados terroristas que tuvieron lugar en Francia en el 2015, aunque ya se ha prorrogado en seis ocasiones desde esa primera oportunidad, aunque Macron quiere salir de esa provisionalidad. Se trataría de tomar todos los elementos necesarios para mantenerlo como una ley que luche en contra del terrorismo en el país europeo.

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