Científicos luchan por la supervivencia de organgutanes en Indonesia

Londres, 3 Nov (Notimex).- Científicos suspendieron sus estudios para sumarse a los esfuerzos para sofocar los incendios forestales que desde hace meses afectan a las islas indonesias de Borneo y Sumatra, y que ponen en peligro a los únicos orangutanes salvajes del mundo.

Los organgutanes son asediados por la tala, la caza, el comercio y las plantaciones de aceite de palma, pero ahora son amenazados por el fuego que consume su hábitat y lo llena de humo tóxico, advierten investigadores que se han sumado a los esfuerzos de extinción.

Los incendios afectan cada año a esas dos islas durante la estación seca, ya que los agricultores, dueños de las plantaciones y otros, queman deliberadamente el bosque para limpiar la tierra o para resolver disputas territoriales.

Sin embargo, este año el fenómeno climático de El Niño, en combinación con el legado de prácticas de manejo de la tierra que se ha secado y degradado, convirtió la quema de esta temporada en una catástrofe ambiental que ha destruido más de dos millones de hectáreas de bosque.

Desde finales del verano, equipos de investigadores han salido de la ciudad de Palangkaraya en Borneo para encontrar y luchar contra nuevos incendios en el bosque, donde la extinción del fuego puede requerir la perforación de más de 20 metros hasta llegar a la capa freática.

Los esfuerzos se conducen por ríos y tierra, pero para apoyar las labores el mes pasado fue desplegado un avión no tripulado para identificar sitios donde se registren incendios, según un artículo publicado este martes en la revista especializada Nature.

El drone se elevó por encima de la capa de humo y su cámara vislumbró un nuevo fuego en lo profundo del bosque y, aunque se encontraba a suficiente distancia de una comunidad de organutanes, “no dejamos de pensar en el peligro en que están”, señalan los investigadores.

Simon Husson, director del Orangutan Tropical Peatland Project, con sede en Reino Unido, y sus colegas han abandonado temporalmente sus investigaciones en el Bosque Sabangau, de seis mil kilómetros cuadrados, para apoyar la lucha contra los incendios.

El Bosque Sabangau es hogar no sólo de aproximadamente 50 mil orangutanes, sino también de los raros gibones de barba blanca de Borneo, osos malayos y pangolines, que enfrentan también el mismo peligro.

“En este momento, la investigación es poco importante. Necesitamos apagar el fuego, pues básicamente es imposible estudiar a los orangutanes, no podemos verlos por el humo”, explica Husson.

Los incendios devastan las poblaciones de orangutanes principalmente porque destruyen su hábitat crucial, pero los animales también son susceptibles a la inhalación del humo que puede causarles problemas respiratorios igual que a los seres humanos.

Estos carismáticos primates ya están enlistados como en peligro de extinción en su área natural de distribución, ya que se estima que su población ha disminuido en 78 por ciento de los más de 230 mil individuos contabilizados hace un siglo.

“Más de la mitad de los orangutanes del mundo que viven en los bosques de turberas viven sólo en Borneo y ahora mismo están amenazados por el fuego”, señala Husson.

Este tipo de bosques son realmente muy resistentes al fuego, ya que tienen suficiente humedad para dificultar la ignición, pero por desgracia grandes extensiones en Borneo han sido alteradas, refiere Susan Page, geógrafa de la Universidad de Leicester, Reino Unido.

En 1996, el entonces presidente de Indonesia, Suharto, puso en marcha el Mega Proyecto de Arroz, que intentó transformar un millón de hectáreas de turberas de Borneo en arrozales y aunque el arroz nunca fue cosechado, los canales de agua fueron cortados.

A estos “infiernos” en Indonesia contribuye también el hecho de que los bosques de turba de Borneo son depósitos de carbono eficientes, almacenan toneladas de materia orgánica en las capas de material vegetal comprimido que puede ser más de 15 metros de espesor.

Este año, los incendios ya han lanzado más de 1.5 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera, más de las emisiones anuales de carbono de Japón-.

Es poco probable que mejore la situación sin un período prolongado de lluvia o un compromiso serio por parte del gobierno de Indonesia, ya que según los modelos climáticos El Niño persistirá y con ello los incendios durarían hasta bien entrado el 2016.

“Incendios graves no ocurrieron antes de que se realizaran cambios intensivos en el uso de la tierra”, dice Page, para quien “las soluciones requerirán un fuerte liderazgo político e inversión”.

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