La mejor forma de pedir perdón, según la ciencia

Un estudio científico reveló que existen 6 sencillos pasos para ofrecer disculpas (sinceras)

El perdón te hace libre. “Perdona a otros, no porque ellos merezcan el perdón, sino porque tú mereces paz”, decía Jonathan Lockwood Huie. Según la ciencia, en el arte de disculpase existen 6 fases esenciales.

Una investigación realizada por la Universidad de Ohio, reveló que existen seis pasos para emitir una disculpa digna de ser aceptada.

  1. Ante todo, sinceridad. Los científicos apuntan que, antes de ofrecer una disculpa, debes sentir arrepentimiento sincero. Además, apuntan que lo más importante es disculparse cara a cara.
  2. Aprende a distinguir quién merece una explicación. La sinceridad es uno de los valores más importantes, por tanto es primordial explicar claramente por qué cometimos el error.
  3. Responsabilidad. Los prejuicios han convertido el acto de pedir perdón en un síntoma de debilidad y no es así. Es importante reconocer la responsabilidad que se tiene en cuanto a los daños hechos.
  4. Remordimiento. La expresión emocional tiene que ser sincera y profunda, para que la víctima del error no se sienta engañada.
  5. El recuento de los daños. Expresar compromiso de reparar el error es muy importante a la hora de disculparse.
  6. La palabra mágica: Perdón. Pronunciar la palabra “perdón” es, para el estudio, el paso más importante en el proceso.

A veces puede más el ego personal que admitir que hemos hecho algo mal. Errar es de humanos. Una vez que hemos asumido nuestra responsabilidad, llega el paso dos, más complicado: ofrecer disculpas.

Harriet Lernes, reconocido psicólogo, afirma que estas son las 10 reglas básicas del perdón:

  1. Un perdón directo y breve.
  2. No hables de ti.
  3. No pidas que te perdonen.
  4. Pide que te digan cómo reparar el daño causado.
  5. Que sea de verdad.
  6. Promete y cumple.
  7. No añadas un “pero”.
  8. Tampoco un “sí”. No condiciones.
  9. Muestras las palmas de la mano. Si la disculpa es sincera.
  10. Puedes llevar una ofrenda. Algo pequeño pero significativo.
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