1. Te das cuenta de la clase de personas de la que estás rodeada
Aprendes a valorar a las personas que valen la pena y a dejar ir a aquella gente que no te aporta nada más que conflictos. Entiendes quienes son tus verdaderos amigos, quien estará a tu lado hasta el fin de los tiempos y quien sólo era alguien ásajero en tu vida.
2. Tomas consciencia de que el verdadero amor comienza por ti misma
Te das cuenta de que tú no puedes sentir amor hacia ninguna otra persona, si no te mas a ti misma primero. Aprendes a amarte y valorarte tal cual eres y dejas de querer cambiar cosas en ti, porque te das cuentas de que así, tal como eres, eres perfecta.
3. Comienzas a valorar tu soledad
Aprendes que es mejor estar contigo misma, que con personas falsas que no quieren estar realmente a tu lado y que no saben realmente quién eres, ni lo que quieren.
4. Te das cuenta de que no tener pareja no es el fin del mundo
Dejas de tomar malas elecciones al momento de escoger a tus parejas, sólo por tener a alguien. Te das cuenta de que es mejor esperar al indicado para ti, a esa persona que cumpla con tus expectativas y sabes que llegará, tarde o temprano llegará.
5. Te das cuenta de la importancia de enfocarte en hacer lo que quieres para tu vida
Sabes lo que quieres y comienzas a trabajar para lograrlo. Estás consciente de que nada te caerá del cielo y tendrás que esforzarte para alcanzar lo que quieres. Y tarde o temprano lo alcanzas, lo logras, porque así lo decidiste.