El Mercedes Clase S se descapota 44 años después con el nuevo Cabriolet

¿El descapotable más bonito del año? ¿El Mercedes más elegante y deportivo en muchos años? Sea lo que sea es el primer Mercedes Cabrio derivado de la Clase S, el buque insignia del fabricante, en los últimos 44 años. Con todos ustedes el nuevo Mercedes Clase S Cabriolet, que se presenta en el Show Car de Frankfurt con dos versiones, S 500 de 455 hp y el Mercedes-AMG 63 de 585 hp.

Con 5,03 metros de longitud y 2.110 kilogramos de peso, el Mercedes-AMG S 63 Cabriolet es capaz de acelerar de 0 a 62 mph en tan sólo 3,9 segundos, una dato sobresaliente para sus características. Lo logra gracias a la combinación de un motor V8 de 4.8 litros de cilindrada y doble turbocompresor que desarrolla hasta 900 Nm de par motor. ¡Qué bestia!

Además de rápido y potente, el nuevo Mercedes Clase S Cabriolet es espectacularmente bonito. A una línea elegante con el característico frontal de Mercedes con grandes entradas de aire y paragolpes abultados, así como un perfil enmarcado por una moldura cromada, suma la capota de lona de tres piezas y disponible en cuatro colores distintos, y una zaga con los enormes, rasgados y horizontales grupos ópticos comunes al S Coupé.

Por cierto, el techo téxtil y no duro se puede accionar automáticamente pulsando un botón en la consola central o con la misma llave. La operación tarda en completarse 20 segundos y puede realizarse en marcha siempre que no se superen los 60 km/h de velocidad.

Como buen descapotable que es, el Mercedes Clase S Cabriolet monta los típicos refuerzos (alumino y magnesio) en carrocería para no mermar el comportamiento dinámico. También se ha trabajado la aerodinámica, logrando un coeficiente Cx de 0,29, y Mercedes dice que la insonorización cuando se circula con el techo de lona colocado es tan buena como en un descapotable de techo duro retráctil.

Para los más ‘comodones’, el Mercedes Clase S Cabriolet cuenta con elementos como el Aircap, un sistema automático de protección contra el viento con un deflector sobre el parabrisas y otro tras los asientos traseros, el conocido Airscarf, una especie de bufanda de aire caliente que sale del reposacabezas del asiento, o el Thermotronic, un climatizador que a partir de 12 sensores gestiona la mejor temperatura posible para los ocupantes. Por si el frío acecha, no faltan los reposabrazos y el volante calefactados.

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