Varios heridos de bala en aeropuerto de Fort Lauderdale

FORT LAUDERDALE, Florida, EE.UU. (AP) — Un veterano del ejército que se quejó de que el gobierno controlaba su mente, sacó el viernes un arma de su equipaje documentado al llegar al aeropuerto de Fort Lauderdale y abrió fuego en la zona de recolección de maletas, dejando cinco muertos y ocho heridos, indicaron las autoridades.

El agresor fue detenido luego de arrojar su arma vacía y tirarse en el suelo en espera de las autoridades, relató uno de los testigos.

El atacante fue identificado como Esteban Santiago, de 26 años, quien perteneció a la Guardia Nacional y prestó servicio en Irak, pero fue degradado y expulsado el año pasado debido a su rendimiento poco satisfactorio. Su hermano dijo que Santiago había recibido atención psicológica recientemente.

Un funcionario judicial dijo a The Associated Press que Santiago había ingresado a la oficina del FBI en su ciudad de residencia, Anchorage, Alaska, en noviembre para decirles que el gobierno de Estados Unidos controlaba su mente y lo obligaba a ver videos del grupo Estado Islámico.

Los agentes lo interrogaron y llamaron a la policía, que lo llevó a que se le realizara una evaluación de salud mental, de acuerdo con el funcionario, quien habló bajo condición de anonimato debido a que no estaba autorizado a declarar sobre la investigación. El funcionario dijo que Santiago no parecía tener la intención de dañar a nadie.

Las autoridades dijeron que investigan el móvil de lo ocurrido. Poco después del tiroteo y antes de que se revelara el estado de salud mental de Santiago, el senador de Florida, Bill Nelson, señaló que estaba por verse si se trataba de terrorismo o el trabajo de alguien “con problemas mentales”.

Un testigo dijo que el atacante no dijo palabra alguna mientras “recorría los carruseles de equipaje” hasta que se quedó sin balas en la pistola. Los otros pasajeros salieron corriendo de la terminal hacia las pistas, algunos con su equipaje en la mano.

Unos se refugiaron en los sanitarios, y otros detrás de autos o cualquier objeto que encontraron para protegerse mientras la policía y los paramédicos se apresuraron al lugar para ayudar a las víctimas y establecer si había más agresores. Se cancelaron las operaciones en el aeropuerto mientras tanto.

“Las personas comenzaron a gritar y tratar de salir por cualquier puerta que pudieran o a esconderse bajo los asientos”, dijo el testigo Mark Lea a MSNBC. “Él simplemente siguió acercándose, disparándole a las personas al azar, sin motivo ni razón”.

Es legal que los pasajeros de avión viajen con armas y municiones siempre y cuando sean transportadas en una maleta documentada —no a bordo de la cabina de pasajeros_, no estén cargadas y se lleven en un contenedor rígido. Las armas deben reportarse a la aerolínea al documentar.

Santiago llegó a Fort Lauderdale tras despegar desde Anchorage a bordo de un vuelo de Delta la noche del jueves, documentando solo una pieza de equipaje: su arma, indicó Jesse Davis, jefe de policía en el aeropuerto de Anchorage.

En Fort Lauderdale, “después de recoger su maleta, fue al baño y cargó el arma y comenzó a disparar. No sabemos por qué”, dijo Chip LaMarca, comisionado del condado de Broward, tras recibir un informe de los investigadores.

Es posible que la masacre genere preguntas sobre si las autoridades de seguridad de aviación necesitan cambiar sus reglas.

El ataque también expuso otro punto débil en la seguridad aeroportuaria: Si bien los pasajeros deben removerse los zapatos, pasar su equipaje de mano por máquinas de rayos-X y pasar a través de un detector de metales para llegar a las puertas de abordaje, muchas otras secciones de los aeropuertos, como los mostradores y la zona de recuperación de maletas no tienen tanta seguridad y son vulnerables a un ataque.

En 2013, un hombre armado con resentimiento contra la Oficina de Seguridad de Transportación (TSA por sus iniciales en inglés), mató a disparos a uno de los agentes en un punto de revisión y dejó heridos a tres más durante un incidente en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles.

En noviembre pasado, el trabajador de una aerolínea fue asesinado cerca del estacionamiento para empleados del aeropuerto de Oklahoma City, y en 2015, un hombre con un machete fue baleado a muerte luego de que atacara a agentes federales de seguridad en el aeropuerto de Nueva Orleans.

“Aunque hemos autorizado que se duplique el número de escuadrones caninos de la TSA para intentar evitar tragedias como esta, el hecho es que en cualquier lugar en el que haya grandes multitudes, como nuestros aeropuertos, sigue siendo vulnerable a este tipo de ataques”, señaló Nelson.

El agresor de Fort Lauderdale no dijo palabra alguna mientras “recorría los carruseles de equipaje, disparando entre las maletas para agredir a las personas que se escondían”. El agresor tenía una pistola y descargó tres cargadores de municiones, señaló Lea.

“Luego arrojó el arma y se tiró al piso hasta que la policía llegó”, añadió.

El atacante fue arrestado ileso y los agentes de la ley no realizaron un solo disparo. El sospechoso es interrogado por el FBI, señaló el jefe de policía Scott Israel.

No se dio a conocer el estado de salud de los heridos.

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Los reporteros de The Associated Press Freida Frisaro y Adriana Gómez-Licón en Miami. Lolita C. Baldor y Eric Tucker en Washington; David Koenig en Dallas, y Dánica Coto en San Juan, Puerto Rico, contribuyeron a este despacho.

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