Países de todo el mundo estaban en alerta por el aumento de casos de sarampión en sus ciudades; esta mañana Nueva York lo declaró como una emergencia sanitaria pública.
Bill de Blasio, alcalde de dicha ciudad, estableció desde octubre de 2018 que la vacuna contra el virus fuera obligatoria en varias zonas de Williambsurg, Brooklyn.
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Miembros del Departamento de Sanidad y Salud Mental revisarán las cartillas de vacunación de cualquier individuo que haya estado en contacto con pacientes infectados; en caso de no contar con ella, podrían ser acreedores de una multa de hasta mil dólares o 15 días de prisión.
La comunidad judía ortodoxa han sido los más afectados con el virus, por lo que se han alertado también a sus centros educativos de que podrían ser sancionados al aceptar el ingreso de niños que no estén vacunados.
Los primeros casos de dicha enfermedad comenzaron desde el mes de octubre y muchos más han sido confirmados durante los últimos dos meses, de los cuales 246 casos son en niños menores de 18 años.