Iglesia en Cuba rendirá tributo a canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII

El arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, “ha dispuesto que en todos los templos de la Arquidiócesis se toquen las campanas el día de la canonización”, 27 de abril de 2014, a las 09:00 horas locales (13:00 GMT), indicó la Arquidiócesis de La Habana.

En una nota de la oficina del cardenal se informó este jueves que Ortega, junto a los obispos auxiliares de La Habana, Alfredo Petit y Juan de Dios Hernández -quien es además secretario ejecutivo de la Conferencia de Obispos-, viajaron a Roma para estar presentes en la ceremonia.

Antes de su partida, Ortega invitó a sacerdotes, diáconos, religiosos y laicos a la Misa de Acción de Gracias por la canonización, que se celebrará en la Catedral de La Habana, presidida por monseñor Bruno Musarò, nuncio apostólico del papa Francisco.

A la ceremonia en Roma han confirmado su asistencia 90 delegaciones oficiales, de las cuales 17 son de América Latina, según informó el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, quien calculó una multitud de más de 800 mil personas.

El papa Juan Pablo II realizó una histórica visita a Cuba en enero de 1998, invitado por el entonces presidente Fidel Castro, en la que ofició misas para transmitir a la población en especial a los jóvenes, un mensaje de esperanza sobre su futuro.

La frase más famosa pronunciada aquí y que recorrió el mundo, por el jefe de la Iglesia Católica, calificado como “mensajero de la verdad y la esperanza”, fue su deseo de que “Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba”.

El viaje papal contribuyó a mejorar las otrora conflictivas relaciones Iglesia-Estado, que se encuentran ahora en su mejor momento.

Tras la llegada al poder, en 1959, de Fidel Castro las relaciones Iglesia-Estado atravesaron momentos críticos con la expulsión de numerosos sacerdotes y la emigración de miles de fieles católicos.

Pese a su estado de salud, durante su estadía en Cuba, el pontífice ofició misas campales en la Plaza de la Revolución -a la cual asistió Castro- y en las ciudades de Santa Clara (centro), Camagüey (centro-oriente) y la oriental Santiago de Cuba.

En esta última ciudad, a unos 900 kilómetros al sureste de La Habana, coronó a la Virgen de la Caridad del Cobre como patrona de Cuba.

Como resultado del viaje del Papa a la isla caribeña, el gobierno restableció un año antes, en 1997, el Feriado de Navidad, y se autorizaron las procesiones públicas de fieles católicos.

Este año, el Viernes Santo, declarado día feriado “excepcional” en 2012, fue incluido entre las fechas de receso laboral en la isla caribeña de 11.1 millones de habitantes, la mayoría de los cuales se confiesa católico aunque no todos asisten a las misas dominicales.

El 23 de febrero de 2008, el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano, develó en la ciudad central de Santa Clara la primera estatua del extinto Papa Juan Pablo II en Cuba, una década después de su visita.

La Iglesia Católica en Cuba y el gobierno del presidente Raúl Castro recibieron, del 26 al 28 de marzo de 2012, al papa Benedicto XVI, con el perdurable recuerdo de la visita realizada por su antecesor Juan Pablo II.

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