Brasil y su fiscalía preparan denuncias por corrupción contra políticos.

La Operación Java sigue en investigaciones contra políticos tras tres años.

La fiscalía investigaría a colaboradores del presidente de Brasil Michel Temer.

La Fiscalía General de Brasil podría presentar a inicios de la semana próxima una serie de denuncias contra unos 40 políticos, entre ellos colaboradores del presidente Michel Temer, por su participación en la trama de corrupción revelada por la Operación Lava Jato, señalaron fuentes judiciales.

El fiscal general del Estado, Rodrigo Janot, presentará, de acuerdo con las fuentes, el próximo lunes las denuncias contra políticos involucrados en la red de sobornos y dinero ilícito para campañas políticas a cambio de conceder obras públicas a la constructora brasileña Odebrecht o aprobar medidas legislativas que le beneficiaran.

Asimismo, el Supremo Tribunal Federal (STF) podría levantar el mismo día el secreto de sumario sobre las confesiones a la policía de 77 altos ejecutivos de Odebrecht, ubicada en el centro el escándalo de desvío de recursos, calificada en Brasil como “la delación del fin del mundo” por el efecto devastador que podría tener en diputados, senadores y ministros.

Por el momento se desconoce quiénes serán los denunciados, pero algunas filtraciones a la prensa indican que afectarán a varios ministros y hombres de confianza del presidente Temer, quien también está citado en las confesiones como parte de la trama.

La Operación Lava Jato cumple su tercer año de investigaciones y ya afectó a decenas de políticos, funcionarios de la empresa Petrobras y hombres de negocios, pero la trama de corrupción mayor en la historia de Brasil, cuyos tentáculos se expanden por América Latina, puede ahora adquirir una mayor dimensión.

Un ejecutivo de Odebrecht admitió esta semana que la empresa, vinculada en el centro del esquema de pago de propinas a cambio de adjudicarse obras públicas, pagó ilícitamente tres mil 390 millones de dólares entre 2006 y 2014.

Del total de los tres mil 390 millones de dólares, entre un 15 y un 20 por ciento habría ido a la financiación de campañas electorales en Brasil.

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