Exitoso autor sueco Henning Mankell muere a los 67 años

ESTOCOLMO (AP) — Henning Mankell, el escritor sueco de renombre internacional cuyos libros sobre el triste y meditabundo inspector Kurt Wallander conquistaron lectores alrededor del mundo, falleció la madrugada del lunes, dijo su editorial. Tenía 67 años.

Mankell, vacilante figura insigne de las historias de detectives escandinavas que el año pasado reveló que tenía cáncer, murió mientras dormía en la ciudad de Goteborg, en el suroeste de Suecia, dijo su casa editorial, Leopard, en su cibersitio.

Escribió unas 50 novelas y numerosas obras teatrales, y vendió más de 40 millones de libros alrededor del mundo.

Siguiendo los pasos de los populares escritores suecos de los 60 Maj Sjowall y Per Wahloo, Mankell ayudó a definir con su serie de Wallander el género escandinavo conocido como el “Nordic noir”. Ubicada en los sombríos paisajes del sur de Suecia, la historia resaltaba el humor oscuro y moralmente complejo de su protagonista y estaba fuertemente salpicada de comentario social.

El propio Mankell estuvo muy involucrado en asuntos políticos y sociales. Desde mediados de los 80 dividía su tiempo entre Suecia y Mozambique, donde ayudó a construir una aldea para niños huérfanos para despertar la conciencia sobre el VIH y sida. Estuvo entre los activistas arrestados por fuerzas israelíes que trataban de llegar a la franja de Gaza con ayuda humanitaria en junio de 2010.

“Uno tiene que actuar, no solo escribiendo sino levantándose y haciendo. Para mí, uno no puede considerarse un intelectual si sólo usa su don para encontrar excusas para no hacer nada. Lo que, tristemente, es lo que creo que muchos intelectuales hacen”, dijo al diario británico The Guardian.

La primera novela de Wallander, “Asesinos sin rostro”, se publicó en 1991 y la serie se completó en 2009 con la 10ma novela, “El hombre inquieto”. Los libros se han traducido a más de 40 idiomas y han vendido más de 30 millones de ejemplares. Han sido llevados al cine y la TV en Suecia y a una popular serie de la BBC protagonizada por Kenneth Branagh.

Branagh describió a Mankell como “un hombre de compromiso apasionado” que deja una “inmensa contribución” a la literatura escandinava.

“Extrañaré su inteligencia provocadora y su gran generosidad como persona”, dijo Branagh en un comunicado. “Quienes tuvieron el privilegio de conocerlo, junto con lectores en todas partes del mundo, llorarán a un buen escritor y un buen hombre”.

Su éxito internacional pavimentó el camino para otros escritores suecos en el extranjero, incluido el autor de “Los hombres que no amaban a las mujeres” Stieg Larsson y el escritor noruego Jo Nesbo. Pero a Mankell no le gustaba hablar del fenómeno de la literatura policial escandinava y dijo que a él lo influyeron más Sherlock Holmes y los dramas clásicos griegos.

“Nunca fue mi intención escribir novelas policiacas como tal, sino usar el crimen como una especie de espejo de una sociedad en un determinado momento. Ese fue mi punto de arranque”, dijo en 2009 durante una entrevista con The Associated Press.

Mankell nació en Estocolmo en 1948, hijo del juez Ivar Mankell y la bibliotecaria Birgitta, pero su madre abandonó a la familia cuando él apenas tenía un año. Mankell ha dicho que fue “algo terrible con lo que lidiar como niño” y que no pudo evitar tenerle aversión a su mamá cuando se reunió con ella a los 15 años, por lo que había hecho. La madre luego se suicidó.

Mankell, su padre y su hermana mayor, Helena, vivieron en el juzgado en la ciudad de Sveg, en el centro de Suecia, donde su padre era juez. El escritor creció escuchando discusiones de adultos sobre crimen y castigo.

De niño leía libros sobre Africa, el lugar más exótico que podía imaginar, y decidió que algún día iría. Dijo que comenzó a soñar con ser escritor desde el día en que su abuela le enseñó a escribir.

Cuando tenía 16 años desertó de la escuela y comenzó a trabajar como marinero mercante, cargando y descargando barcos en la comunidad a la que luego llamó su “verdadera universidad”. Se fue un año y medio a París y a su regreso trabajó como tramoyista en un teatro de Estocolmo.

Publicó su primera novela en 1973, “El rompedor de rocas”, que transcurría en medio de un movimiento sindical de trabajadores. Con el dinero que recibió del libro compró un boleto a Guinea-Bissau y cumplió su sueño de infancia de visitar Africa. El viaje marcaría el inicio de una relación de por vida con el continente.

“No sé por qué pero cuando me bajé del avión en Africa, tuve la extraña sensación de que había llegado a casa”, escribió más adelante. Mankell pasó gran parte de su vida en países que incluyeron Zambia y Mozambique, donde en 1986 comenzó a trabajar como director artístico del Teatro Avenida en Maputo, la capital.

De regreso en Suecia en la década de 1990, dirigió un pequeño teatro en el pueblo de Vaxsjo. Además de la serie de Wallander escribió algunos libros infantiles y novelas independientes, como “El ojo del leopardo” y “El hombre de Beijing”.

Se casó y se divorció tres veces antes de contraer nupcias por última vez en 1998 con Eva Bergman, la hija del gran director de cine Ingmar Bergman.

La pareja trabajó en varias organizaciones benéficas en Africa. El escritor estuvo particularmente involucrado en un proyecto en Uganda en el que padres a punto de morir a causa del sida dejan sus historias documentadas para sus hijos.

“Mi fuerza impulsora es, supongo, la misma de todos los artistas y escritores”, dijo Mankell a la AP. “Tratar de entender la época y el mundo en que uno vive. Como la mayoría de la gente, quiero saber por qué viví antes de morir”.

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