Cuba se preocupa por huelga de hambre de Alan Gross

“Hemos conocido con preocupación el comunicado de prensa emitido en la mañana del 8 de abril en Washington, que afirmó que Alan Gross inició una huelga de hambre”, expresó este miércoles la Cancillería cubana.

Gross, un subcontratista de la Agencia de Desarrollo Internacional (USAID), está encarcelado en Cuba desde 2009 y la semana pasada inició una huelga de hambre en protesta contra el trato recibido por los gobiernos estadounidense y cubano.

La declaración suscrita por la directora general de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Josefina Vidal, reiteró la disposición de La Habana de buscar, junto a Washington, una solución al caso de Gross, de 64 años, detenido el 3 de diciembre de 2009.

Esa solución debe ser “aceptable para ambas partes, que contemple las preocupaciones humanitarias de Cuba relacionadas con el caso de los tres cubanos del grupo de los Cinco, que continúan injustamente encarcelados en Estados Unidos por más de 15 años”, indicó el comunicado.

Analistas interpretaron las declaraciones de Cuba, reiteradas en otras ocasiones, como una propuesta de canje por los agentes cubanos presos en Estados Unidos acusados de espionaje y de los cuales dos ya se encuentran de regreso en la isla. “Alan Gross está en buenas condiciones físicas y su salud es normal y estable. Están bajo control los padecimientos crónicos propios de su edad, para los cuales recibe tratamiento médico”, afirmó Vidal.

Agregó que desde su detención el estadounidense está recluido en un hospital, “no porque su situación de salud lo requiera, sino porque allí se le garantiza atención especializada por parte de personal médico y de salud altamente calificado”.

La funcionaria indicó que Alan Gross ha sido visitado por su esposa y su abogado, con los que mantiene además comunicaciones telefónicas y electrónicas sistemáticas, así como con otros familiares y amistades. También “recibe accesos consulares mensuales de funcionarios diplomáticos norteamericanos y visitas de personalidades políticas y religiosas”, según la nota oficial.

Vidal recordó que Gross fue detenido, procesado y sancionado por violar las leyes cubanas, al implementar “un programa subversivo financiado por el gobierno de Estados Unidos”. Ese programa consistía, de acuerdo con la versión oficial, en el establecimiento de sistemas de comunicaciones ilegales y encubiertos, con el uso de tecnología no comercial.

Estados Unidos insiste en que Gross, condenado el 12 de marzo de 2011 a 15 años de cárcel, viajó a Cuba para ayudar a miembros de la comunidad judía de este país a conectarse con otras comunidades de ese país en todo el mundo.

Una declaración dada a conocer el martes por Jill Zuckman, vocera de la familia Gross, dijo que éste había anunciado su huelga de hambre y que su esposa, Judy Gross, declaró estar preocupada por la salud del subcontratista y no cree que pueda sobrevivir mucho más esta situación.

Zuckman dijo a la prensa estadounidense que Gross se había declarado en huelga de hambre porque “había perdido toda esperanza” de que Washington y La Habana podrían negociar su libertad a corto plazo.

La medida de Gross surge luego de las revelaciones de que Estados Unidos auspició una especie de Twitter cubano denominado ZunZuneo, en lo que el gobierno cubano calificó como “un nuevo plan subversivo”.

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