Cautiva gala de Pilar Ogalla y Andrés Peña en el Lunario

* Comparten “Miradas flamenco” en la recta final del ciclo México muy flamenco

México, 5 Dic (Notimex).- También por la mirada fluye el flamenco y eso lo saben bien los bailaores españoles Pilar Ogalla y Andrés Peña, quienes con firme taconeo se apoderaron anoche del escenario del Lunario para ofrecer un vistazo a sus influencias andaluzas y dejar claro que el flamenco es pasión, entrega, pero también sensualidad, alegría que desborda al ritmo de una guitarra, del cante jondo y las palmas.

El flamenco es, además, conqueteo, provocación; un lenguaje mudo a veces convertido en lamento, otras en algarabía y festejo, como el que se vivió durante la gala “Miradas flamenco”, recta final del ciclo México muy flamenco, que este año trajo a México a figuras del género como Antonio Canales, Mercedes Amaya, Adela Campallo y Pastora Galván.

A penas pasaban las 21:00 horas cuando las luces se apagaron y el sonido de la guitarra flamenca inundó el espacio, el bullicio de la concurrencia cesó y la atención quedó fija en el escenario donde apareció una mujer vestida de negro para anunciar con su cante la presencia de Ogalla, quien con garbo se encargó de ofrecer la primera dosis del género que poco a poco fue cautivando a los presentes.

Tocó luego el turno a Andrés, quien con energía sacudió el tablao para imprimir un matiz diferente, más alegre y audaz, que contrastó con el aire melancólico y desgarrado, de un flamenco más clásico exhibido por Ogalla.

Vendría luego un dueto en el que ambos bailaores intercambiaron mucho más que miradas, en un performance lleno de pasión, de duende y ritual gitano.

En medio del escenario lució también el grupo que acompañó a los artistas en escena; la guitarra flamenca de Rafael Rodríguez, el cante femenino de Mar Fernández y las palmas y voz de Miguel Ángel Soto “Londro”, quienes, sin necesidad de ser presentados, figuraron como parte esencial del espectáculo y también se llevaron los aplausos del público que abarrotó el recinto aledaño al Auditorio Nacional.

Ataviados ahora con pantalones y chalecos negros, con coloridos detalles, los bailaores regresaron a escena para ejecutar un número más coreográfico, que destacó por la sincronía de sus movimientos y la complicidad con la que siguieron este ritmo en una versión más estilizada del género.

Un nuevo cambio de vestuario fue antecedido por la intervención del cante y las palmas del acompañamiento, para luego dar paso a otro dueto de Ogalla y Peña, esta vez con un vestuario en café y dorado, y una fuerza más vibrante, menos cautelosa y más desbordada tanto en el zapateo como en el resto de la entrega corpórea.

En la recta final, un solo de Ogalla mostró que en ella también hay mucha sensualidad, esa que desbordó durante toda la función su compañero, quien cerró con férreo taconeo una noche redonda, llena de buen flamenco, en una especie de abanico que fue de lo clásico a lo más contemporáneo, de lo sutil a lo enérgico, del quejido al festejo.

Ya los cinco artistas en escena agradecieron los aplausos y la entrega del público complacido con su desempeño, cada uno dio muestra de sus destrezas pero también de lo que no les era propio; así, las palmas, el cante y la guitarra se sumaron al baile, mientras que Ogalla le cantó amoroso tema a Peña, quien sólo sonrío.

El público los quiso retener pero solo logró que volvieran a escena para unos cuantos pasos más antes de que las luces marcaran en definitiva el final de una velada de poco más de hora y media.

Este sábado, Ogalla y Peña repiten el programa en Guanajuato, como parte de la breve gira que realizan en este país, en el marco de México muy flamenco.

De acuerdo con los promotores del espectáculo, Ogalla y Peña, quienes son reconocidos como una de las parejas más prometedoras del género, también han apoyado la formación académica de bailaores mexicanos en las ciudades de Mazatlán, Querétaro y San Luis Potosí.

Además, próximamente lo harán en Morelia y ofrecerán una Masterclass al alumnado de la Escuela Nacional de Danza Nellie y Gloria Campobello.

Pilar Ogalla, creadora de la primera asociación de jóvenes flamencos en Cádiz, se ha presentado en diversos festivales en Jerez, Düsseldorf, Mont de Marsan y Helsinki.

En tanto que Andrés Peña ha sido ganador del premio “Jóvenes Intérpretes Flamencos” en la XI Bienal de Sevilla. En 2005 le fue otorgada la Copa de Jerez por la Cátedra de Flamencología.

México Muy Flamenco, que en su edición 2015 tuvo propuestas como “Impronta”, “Reflejos”, “México Baila Así”, “Recuerdos” y “Entre Tierras”, es una plataforma que engloba actividades de preparación de bailaores a través de cursos, así como galas flamencas y espectáculos de alto nivel que combinan la tradición y modernidad de este arte considerado patrimonio de la humanidad por la UNESCO.

Este festival de arte flamenco llegó a México bajo los auspicios de Akais Chindos (Ras Arte y Cultura SA de CV), compañía que dirige Sebastián Sánchez y que desde 2012 se ha convertido en la productora más importante de flamenco y danzas españolas en Latinoamérica, con espectáculos de talla internacional.

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