Beijing emite alerta roja por contaminación ambiental

BEIJING (AP) — Las escuelas suspendieron clases y las bulliciosas avenidas registraron una circulación menor a la usual en Beijing con la entrada en vigencia el martes de la primera alerta roja emitida contra la contaminación.

Debido a la medida, muchas fábricas paralizaron sus actividades y las autoridades restringieron la circulación de la mitad de los vehículos en la ciudad.

La alerta, cuya vigencia concluirá el jueves, tiene el carácter más grave en un sistema de cuatro niveles adoptado hace poco más de dos años, y significa que las autoridades han pronosticado una contaminación severa durante más de tres días consecutivos.

A pesar de algunas medidas adoptadas el último año para mejorar la calidad del aire en Beijing, las lecturas de partículas peligrosas rebasaron el martes en 12 veces el nivel de seguridad, lo que deja mal paradas a las autoridades que han convertido en prioridad la limpieza del legado de contaminación derivado de años de veloz crecimiento económico.

Una nube grisácea cubría Beijing, mientras numerosas tiendas registraban una actividad mayor a la usual por las ventas de máscaras filtradoras de aire. Los residentes intentan estar el menor tiempo posible fuera de sus casas.

“Esta es la vida moderna para los habitantes de Beijing. Queríamos el desarrollo y ahora estamos pagando el precio”, dijo el oficinista Cao Yong durante su descanso.

De acuerdo con la alerta, las escuelas deben cerrar voluntariamente a menos que tengan buenos sistemas de filtración de aire. Sin embargo, la comisión educativa de Beijing ordenó después que todas las escuelas permanezcan cerradas hasta el jueves.

La lectura de las partículas suspendidas de 2,5 micras (PM2.5) rebasó el martes los 300 microgramos por metro cúbico en algunas partes de la ciudad, y según pronósticos seguirá subiendo antes de que el aire mejore con la llegada de un frente frío el jueves. La Organización Mundial de la Salud considera que menos de 25 microgramos es un nivel seguro de dichas partículas.

“Hay que hacer cuanto se pueda para protegerse”, dijo el habitante de Beijing, Li Huiwen, cuando hizo una escala en un mercado. “Aun con la mascarilla, me siento incómodo y no tengo energía”.

A pesar del endurecimiento de las normativas sobre emisiones y las fuertes inversiones en energías solar, eólica y de otras fuentes renovables, China depende todavía del carbón para la generación de más de 60% de su electricidad.

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El periodista adjunto de The Associated Press, Yu Bing, contribuyó a este despacho.

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