Una influencer ha dado mucho de qué hablar al expresar su tristeza y preocupación por tener que trabajar; esto debido a que su cuenta de Instagram fue cancelada.
Su nombre es Jessy Taylor y contaba con 113 mil seguidores; hace poco alguien denunció su contenido como inapropiado y la plataforma cerró su cuenta.
Entonces decidió compartir un video en YouTube donde, hecha un mar de lágrimas, se queja de que ahora tendrá que volver al trabajo.
Contó que Instagram era su única fuente de ingreso, por lo que ahora no tiene cómo cubrir sus gastos y más de 20 mil dólares de deudas.
Aseguró que antes de esta fama, ella trabajaba como prostituta; además de que no cuenta con ninguna profesión por que sus padres no pudieron pagarle una carrera universitaria.
“Mi familia me abandonó y varias personas me dieron la espalda dejándome sola (…) tengo deudas que superan los 20 mil dólares, no tengo un título porque no pude estudiar una carrera precisamente por falta de recursos y para vivir me tocaba trabajar en un McDonald’s”, dijo.
También contó que se había mudado a Los Ángeles para aprender más sobre cómo ser influencer, y que estaba editando un video cuando notó que su perfil había desaparecido.
Muchos de los usuarios que comentaron su video aseguraron que todo lo que dijo es falso, pues desde hace años presumía una vida llena de “lujos y opulencia”.
Otros le recomendaron dejar de llorar y buscar un trabajo; sin embargo, Taylor parece decidida a no trabajar, así que ya abrió otra cuenta de Instagram para intentar retomar su vida de influencer.