Nunca pierdas la esperanza

¿A qué se refiere la frase “Nunca pierdas la esperanza”? Es conmovedor, pero también retórica. Es decir es algo que sabemos que nunca hemos de perder la esperanza pero, ¿es sencillo?, ¿es demasiado optimista?, de verdad, ¿solemos nunca perder la esperanza?

En un mundo tan arraigado a lo inmediato, donde la prontitud va ganando todas las batallas, es decir, «Si no me amas en este momento es que no me amas suficiente». «Si no respondes mi mensaje es que no te importo». «Me dejaste en visto».

Oye, es que tengo una vida donde a veces ni siquiera tengo ganas de ver el móvil o simplemente no puedo.

Pero esa inmediatez es la que nos ha hecho perder un montón, entre ello la esperanza, la fe, la credibilidad e incluso nuestros propios valores.

Y entonces es tan real la frase: Nunca pierdas la esperanza

¿Qué es la esperanza?

Partamos de eso, ¿qué es la esperanza? Y porque por más fortuita o irreparable que nos parezca la situación adversa siempre queda ese resquicio para la esperanza.

La esperanza es eso que nos hace sentir que sí, si habrá otra oportunidad, sí, si habré de conseguir ese empleo.

Tener o sentir o recargarnos en esa posibilidad de sentir esperanza va de la mano, como ya decía, de la fe e incluso muy asociada a los milagros, a los casos difíciles que con esa mirada o ese dejo de esperanza será posible.

Nunca pierdas la esperanza es también esa parte motivadora que nos permite sentir un aliento, un impulso hacia situaciones o momentos difíciles con la sugerencia e incluso pequeña posibilidad de que será posible, de que la opción de resolver esa adversidad sí es verdaderamente una opción viable e incluso más allá de nuestros propios ojos.

Nunca pierdas la esperanza

Mantener la confianza e incluso nunca rendirnos ante los desafíos suena muy romántico, sí. Pero la realidad a veces es mucho más cruda e incluso cruel. Porque no estamos siendo esa sociedad que luche, ya hablaba de la inmediatez, «si no es en este momento no creo que suceda».

Porque si no sentimos una posibilidad real en este momento creemos que pasa al terreno de lo imposible. Y es ahí, justo en ese momento donde surge la frase “Nunca pierdas la esperanza”.

Dentro de sentir que tenemos una opción o ese resquicio para que surja un milagro, también está la parte cognitiva que siempre nos lleva a sentir resiliencia, que no debemos rendirnos por mucha adversidad.

Porque por mucha perspectiva optimista que sintamos o queramos tener, muchas veces los pensamientos intrusivos e implacables nos asisten y se estacionan.

Pero ese sentimiento esperanzador es el que nos hará sentir que un rayo de sol alumbra entre la desolación, la pesadumbre e incluso el desconsuelo esa luz vívida de confianza y de ilusión por una nueva visión u horizonte nos da y nos dará el aliento para ver posibilidades y soluciones incluso creativas donde antes solo veíamos un camino de baches y obstáculos.

Nunca pierdas la esperanza, más allá de ver el panorama verdaderamente oscurecido, siempre, siempre hay una posibilidad de solución y de resurgir.

A Mushi que es mi luz de esperanza. Que continúes siendo mi esperanza y mi espacio de tranquilidad en medio del caos.