Triste imponer intereses privados en conferencia sobre clima: Papa

Ciudad del Vaticano, 26 Nov (Notimex).- Sería “triste” y “hasta catastrófico”, que en la próxima conferencia de París (COP21) sobre el cambio climático, prevalezcan los intereses particulares sobre el bien común, advirtió hoy el Papa Francisco en el marco de su visita a Kenya.

“Dentro de pocos días comenzará en París un importante encuentro sobre el cambio climático, donde la comunidad internacional como tal, se enfrentará de nuevo a esta problemática”, dijo el Pontífice en un discurso en la sede de Naciones Unidas en Nairobi.

“Sería triste y me atrevo a decir, hasta catastrófico, que los intereses particulares prevalezcan sobre el bien común y lleven a manipular la información para proteger sus proyectos”, advirtió.

Ante la disyuntiva de destruir o mejorar el ambiente, consideró que cada iniciativa tomada en este sentido, pequeña o grande, individual o colectiva, para cuidar la creación indica el camino seguro para esa “generosa y digna creatividad, que muestra lo mejor del ser humano”.

“El clima es un bien común, de todos y para todos … el cambio climático es un problema global con graves dimensiones ambientales, sociales, económicas, distributivas y políticas, y plantea uno de los principales desafíos actuales para la humanidad”, dijo al citar su encíclica Laudato si.

Laudato si o Alabado seas, en español, es el título de la segunda encíclica del papa Francisco, firmada el 24 de mayo pasado y fue presentada el 18 de junio siguiente.

Se centra en el planeta Tierra como lugar en el que viven los hombres, defendiendo la naturaleza y la vida animal. Realiza una fuerte crítica al consumismo y desarrollo irresponsable y se pronuncia por una acción mundial rápida y unificada contra la degradación ambiental y el cambio climático.

El Papa señaló que la respuesta a ese reto “debe incorporar una perspectiva social que tenga en cuenta los derechos fundamentales de los más postergados, el abuso y la destrucción del ambiente, al mismo tiempo, va acompañado por un imparable proceso de exclusión”.

“La COP21 es un paso importante en el proceso de desarrollo de un nuevo sistema energético, que dependa al mínimo de los combustibles fósiles, busque la eficiencia energética y se estructure con el uso de energía con bajo o nulo contenido de carbono”, anotó.

Estamos –dijo- ante el gran compromiso político y económico de replantear y corregir las disfunciones y distorsiones del actual modelo de desarrollo.

Según Francisco, el Acuerdo de París puede dar una señal clara en esta dirección, siempre que se evite “toda tentación de caer en un nominalismo declaracionista con efecto tranquilizador en las conciencias”.

“Por eso, espero que la COP21 lleve a concluir un acuerdo global y ‘transformador’ basado en los principios de solidaridad, justicia, equidad y participación, y orientando a la consecución de tres objetivos, a la vez complejos e interdependientes: el alivio del impacto del cambio climático, la lucha contra la pobreza y el respeto de la dignidad humana”, indicó.

Dijo que es necesario poner la economía y la política al servicio de los pueblos donde “el ser humano, en armonía con la naturaleza, estructura todo el sistema de producción y distribución para que las capacidades y las necesidades de cada uno encuentren un cauce adecuado”.

Señaló que no se trata de una utopía fantástica, por el contrario, una perspectiva realista que pone la persona y su dignidad como punto de partida y hacia donde todo tiene que fluir.

“El cambio de rumbo que necesitamos no es posible realizarlo sin un compromiso sustancial por la educación y la formación. Nada será posible si las soluciones políticas y técnicas no van acompañadas de un proceso de educación que promueva nuevos estilos de vida”.

Consideró que esto exige una formación destinada a fomentar en niños y niñas, mujeres y hombres, jóvenes y adultos, la asunción de una cultura del cuidado; cuidado de sí, cuidado del otro, cuidado del ambiente; en lugar de la cultura de la degradación y del descarte.

“Son muchos los rostros, las historias, las consecuencias evidentes en miles de personas que la cultura del degrado y del descarte ha llevado a sacrificar bajo los ídolos de las ganancias y del consumo”, anotó.

Llamó a no resignarse ante las formas “extremas” y “escandalosas” de “descarte” y de exclusión social, como son las nuevas formas de esclavitud, el tráfico de personas, el trabajo forzado, la prostitución, el tráfico de órganos.

“Es trágico el aumento de los migrantes huyendo de la miseria empeorada por la degradación ambiental, que no son reconocidos como refugiados en las convenciones internacionales y llevan el peso de sus vidas abandonadas sin protección normativa alguna”, aseveró.

El Papa finalizará este viernes su visita a Kenya y viajará a Uganda, donde permanecerá hasta el domingo antes de realizar la última etapa de su gira en la República Centroafricana y regresar a Roma el lunes por la tarde.

La COP es la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y la CMP la Conferencia de las Partes en calidad de reunión de las Partes en el Protocolo de Kyoto (CMP).

La primera Conferencia Mundial sobre el Clima se realizó en 1979, once años después, en 1990, se efectuó la segunda y en ella se solicitó un tratado mundial sobre cambio climático.

En la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro de 1992, la Convención Marco sobre el Cambio Climático (CMNUCC) quedó listo el tratado mundial para su firma y entró en vigor el 21 de marzo de 1994.

En 1995 se celebró en Berlín la primera COP. La vigésimo primera edición – COP21- tendrá lugar en París entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre de este año.

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