Reo Glenn Ford sale libre, tras 30 años sentenciado a pena de muerte

Ford, un afroestadounidense de 64 años de edad, salió la víspera de la Penitenciaría Estatal de Luisiana, en la comunidad de Angola, luego de que un juez ordenara su libertad debido a que la fiscalía notificó que se desistía de las acusaciones en su contra.

“Mi mente se va a todas partes, pero se siente bien”, dijo Ford a la prensa fuera de la penitenciaría, según la estación de televisión WAFB.

Ante la pregunta de un reportero sobre si albergaba resentimientos, Ford señaló: “sí, porque estuve encerrado casi 30 años por algo que no hice”, y subrayó: “treinta años de mi vida, si no la totalidad de ella, que no puedo reponer”.

A finales de 2013, la Oficina del Procurador General de Luisiana notificó a la defensa de Ford que un informante confidencial había aportado nueva información, en la que se implicaba a otro hombre como responsable del homicidio por el que Ford fue sentenciado.

El sospechoso era uno de los cuatro acusados originalmente en el caso.

Ford fue sentenciado a muerte en 1984 por el asesinato de Isadore Rozeman, hombre de origen anglosajón de 56 años, propietario de una joyería y una tienda de reparación de relojes en la comunidad de Shreveport.

La víctima fue hallada muerta a tiros detrás del mostrador de su tienda el 5 de noviembre de 1983.

Los informes de la policía reconocen que nunca se encontró el arma con la que se cometió el crimen, ni hubo testigos oculares del hecho.

Ford fue implicado en el asesinato por Marvella Brown, novia de otro de los sospechosos, Jake Robinson.

Ford identificó a Jake y su hermano Henry Robinson como sospechosos en las primeras etapas de la investigación y ambos fueron acusados, pero más tarde los cargos contra ambos fueron desechados.

Brown más tarde testificó haber mentido al testimoniar contra Ford.

En el juicio en su contra, Ford tuvo abogados que carecían de experiencia en procesos por asesinato y fue declarado culpable por un jurado integrado por anglosajones, que recomendó condenarlo a muerte.

Durante años, el equipo de defensa Ford arguyó la ausencia de un abogado con experiencia, y la supresión por error de información relevante.

En 2013, los fiscales notificaron a la defensa que “un informante confidencial de la Oficina del Sheriff de la Parroquia (condado) de Caddo Parish, había revelado que Jake Robinson le había confesado que había sido él y no Ford, quien disparó y mató a Isadore Rozeman”.

Después de tres décadas de encarcelamiento, Ford se convirtió en uno de los reos que más tiempo ha pasado sentenciado a muerte antes de ser exonerado y liberado.

Bajo la ley de Luisiana, los que han sido encarcelados y luego exonerados tienen derecho a recibir una indemnización, en este caso de 25 mil dólares por año hasta un máximo de 250 mil dolares, más otros 80 mil por la pérdida de “oportunidades de vida”.

Glenn FordinsólitolibertadLuisianaOficina del Procurador General de Luisianapena de muerte