Perder peso aceleradamente es un riesgo para la salud

Guadalajara, 27 Oct (Notimex).- Perder peso de forma rápida puede traer beneficios estéticamente, pero también ocasionar diversas afectaciones a la salud, por lo que se debe tener en cuenta lograr de forma paulatina las metas propuestas en la reducción de peso.

“De lo contrario podría haber rebotes y alteraciones como hipoglucemia, deshidratación, fatiga crónica e incluso debilidad de huesos, articulaciones y afectaciones del tejido muscular y magro”, señaló Paul Rivera Castellanos, jefe del Servicio de Nutrición y Dietética del Hospital General de Zona (HGZ) No. 14.

“La reducción de peso debe ser paulatina, es variable, pero lo recomendable es no excederse de medio kilogramo a un kilogramo por semana”, explicó el experto del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Con lo anterior, dijo, se puede evitar también recuperar el peso perdido en poco tiempo y caer en estados de ansiedad que potencialmente deriven en restricción en el consumo de ciertos alimentos.

“No hay que olvidar que en una alimentación balanceada todos los grupos de alimentos son importantes, incluyendo la ingesta de grasas preferentemente de origen vegetal, las cuales son indispensables para llevar a cabo procesos orgánicos”, detalló el especialista del IMSS.

“No es conveniente dejarlas de lado, nos ayudan a tener saciedad y a combatir el colesterol alto, además de que son necesarias para regular funciones hormonales y digestivas; hay que elegir grasas de origen vegetal, como el aceite de oliva o de semillas como el girasol”, puntualizó.

Manifestó que en una alimentación balanceada se debe dar prioridad a la ingesta de carbohidratos, además de otros grupos como las proteínas y las grasas, aunque las últimas, en menor porcentaje, además de ser indispensable incluir en la dieta frutas y verduras, de preferencia crudas.

Revera Castellanos indicó que el menú dietético siempre debe ir acompañado por la práctica de actividad física, lo recomendable es realizarla 30 minutos al día, por lo menos tres veces por semana.

El rebote de peso suele ser producto precisamente de abandonar la dieta y el ejercicio al llegar a las metas planteadas, explicó, porque la persona vuelve a sus hábitos añejos, consumiendo más calorías de las que gasta realizando alguna actividad.

La ganancia de peso, tras un estricto régimen dietético, puede producirse al cabo de seis meses, e incluso, ésta pudiera ser por encima del peso que se tenía antes de someterse a dietas y ejercicios, sentenció.

“Frecuentemente aumentan hasta un 20 por ciento, comparado a lo que pesaban antes de hacer la dieta y llegar a su peso ideal”, concluyó.

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