Enrique Peña Nieto no pudo ser más oportuno al tomar esta arriesgada decisión, y es que rumbo a las elecciones del 1 de julio, el presidente firmó un decreto que afectará al país en muchos sentidos.
El presidente anunció que firmó diez decretos que modifican la veda que existe sobre 300 cuenta hidrolígicas del país, lo que representa casi el 50% de las cuencas que existen en el país.
Con ello se eliminó la prohibición para entregar permisos de extracción en dichas cuencas.
De acuerdo con el congreso de la Unión, esta es parte de una Reforma Estructural que nunca fue revisada por esta institución.
¿A quién beneficiará esta privatización del agua?
La forma en que cambiará la situación al respecto de la privatización el agua es que operadores municipales, empresariales podrán otorgar concesiones extractivas a la minería, inmobiliaria e hidrocarburos.
La decisión que toma el presidente afectará a comunidades agrarias e indígenas que se han preocupado por mantener el agua en buenas manos, evitando proyectos de desarrollo agresivo.
Los decretos del Ejecutivo Federal favorecen los trasvases de agua a gran escala como los que ocurren o están diseñados en varios megaproyectos hidráulicos y son uno de los casos más evidentes de despojos de bienes comunes.