Integrantes de milicias fuertemente armados impidieron en abril pasado que el gobierno federal desalojara y decomisara cientos de cabezas de ganado propiedad de Bundy que pastorean en terrenos federales en el sureste de Nevada sin pagar derechos desde hace 20 años.
Ante el temor de que su ejemplo de rebeldía a la autoridad del gobierno federal pudiera ser imitado, funcionarios federales prometieron esta semana que las acciones de Bundy, no quedaran impunes.
Neil Kornze, director de la Oficina de Administración de Tierras (BLM) de Estados Unidos, dijo que los infractores de la ley serán responsabilizados por sus acciones y explicó que ahora se buscará actuar a través de las Cortes para evitar una confrontación directa como la registrada en abril pasado.
Kornze aseguró en una entrevista este lunes con la cadena pública de radio NPR, que Bundy es el único ranchero de los 16 mil con permisos de pastoreo en todo el país, que no paga sus cuotas.
Sin embargo, su acto de rebeldía pudiera motivar a otros a confrontarse con el gobierno federal en disputas por permisos en un amplio rango de actividades, desde tala de árboles hasta explotación de minerales y portación de armas.
El sábado pasado, docenas de personas desafiaron una prohibición del gobierno federal que impide circular a bordo de vehículos todo terreno por tierras federales protegidas en la zona de “Recapture Canyon” en el sureste de Utah.
La circulación de vehículos motorizados ha estado prohibida en esta área desde 2007 para proteger bienes culturales de antiguas civilizaciones nativas americanas.
Bundy, quien se ha convertido en un héroe en círculos conservadores que recelan del gobierno federal, comenzó su disputa con las autoridades en 1993, cuando se negó a renovar su permiso para el pastoreo de ganado en tierras administradas por la BLM cerca de Bunkerville, Nevada.
El ranchero desafío el año pasado la orden de una Corte Federal que le prohibía continuar pastoreando su ganado en los terrenos públicos.
A principios de abril pasado, la BLM logró desalojar y decomisar unas 400 cabezas de ganado, de las aproximadamente 900 que Bundy pastorea en la zona, antes de que decenas de integrantes de milicias fuertemente armados llegaran al área y lo impidieran.
Días después, la BLM optó por regresar el ganado decomisado en un intento de disminuir las tensiones en la zona.
El desistimiento del gobierno federal convirtió a Bundy en un héroe, con miles de simpatizantes en todo el país, aunque el apoyo a su causa disminuyó luego de forma sensible al difundirse una grabación en la que realizaba comentarios racistas.
Aún así, a más de un mes, los miembros de las milicias permanecen desafiantes en el área ubicada a unos 130 kilómetros al noreste de Las Vegas, cerca de la frontera de Nevada con Arizona.
Larry Pratt, director de la organización “Gun Owners of America” que agrupa a unos 300 mil propietarios de armas para defender sus derechos a poseerlas, advirtió este fin de semanas que las milicias que defienden a Bundy en Nevada podrían tomar medidas contra los agentes federales en todo el oeste de Estados Unidos.
Pratt dijo que el gobierno federal “realmente se avergonzó a sí mismo”, durante el enfrentamiento armado entre agentes federales y los miembros de las milicias en Nevada.