Aumenta a 33 el número de muertes por deslaves en Washington

Ello luego que el secretario de Seguridad Interna (DHS, siglas en inglés) y de la agencia Federal de Administración de Emergencias (FEMA), realizaron un recorrido por la zona de desastre.

Sólo tres de los restos que han sido hallados aún permanecen sin ser identificados por sus familiares, confirmaron voceros del Servicio Forense del condado de Snohomish.

Oso es una comunidad rural de unos 200 habitantes situada unos 100 kilómetros al noroeste de Seattle, en el extremo noroccidente de Estados Unidos.

Billy L. Spillers, de 30 años de edad, es la víctima más reciente en ser identificada, mientras que la primera en ser identificada fue su hija Kaylee, de cinco años, mientras que su hija Brooke, de dos años, aún sigue extraviada.

Los esfuerzos en la búsqueda de restos continúan, con la participación de cientos de personas y personal especializado, incluidos 350 soldados de la Guardia Nacional.

Este fin de semana fueron llevados a cabo los primeros servicios funerarios de una de las víctimas del deslave. Se trata de Linda McPherson, de 69 años de edad, al mismo tiempo que fue realizada una vigilia en Darrington.

En el deslave se colapsó un área montañosa de Oso y las mismas autoridades han estimado que el costo de la remoción de los escombros será de al menos 22 millones de dólares, además de 10 millones en daños a propiedades.

El movimiento de tierra y lodo con árboles o maleza se expandió en un terreno de dos kilómetros cuadrados, y en algunas áreas el lodo superó los 20 metros de altura.

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