¿Qué países no dejan entrar a extranjeros con VIH?

En 2011, los estados miembros de Naciones Unidas acordaron eliminar todas las barreras

Pasaporte con visa. Tarjeta de embarque. Certificado de vacunación. Equipaje de mano sin líquidos superiores a 100 mililitros. Taxi avisado para ir al aeropuerto.

Son muchos los preparativos que tenemos que hacer antes de iniciar un viaje. Y más aún si no se trata de unas vacaciones, sino que pretendemos establecernos en otro país de manera más o menos estable. Pero a estos nervios habituales y trámites previos, las personas con VIH deben sumar otras preocupaciones.

Puede ser simplemente por el temor a que sus medicamentos antirretrovirales en la maleta levanten sospechas en la aduana y tengan que dar explicaciones incómodas. O, en los peores casos, porque están viajando a países que aún imponen restricciones a la entrada o permanencia de extranjeros que viven con el virus que causa el sida.

En 2011, los estados miembros de Naciones Unidas acordaron eliminar todas las barreras basadas en el estado serológico de los viajeros. Sin embargo, aún hay 35 países en el mundo donde existen limitaciones, más o menos severas, basadas en el supuesto riesgo para la salud pública de la población local que supondría el recibir a personas con el virus.

Según el Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA), son cinco los territorios que mantienen las restricciones más severas en el mundo: Emiratos Árabes Unidos, Yemen, Omán, Sudán y Brunéi.

En estos casos, sus autoridades prohíben la entrada de cualquier persona extranjera que tenga VIH y requieren un examen médico o declaración para optar a cualquier tipo de visa (incluida la de turista para los visitantes que la necesitan, en función de su país de origen).

Emiratos Árabes Unidos, por ejemplo, permite la libre permanencia de uno a tres meses a los viajeros con pasaporte de alguno de los 45 países a quienes considera exentos de requerimientos de visa. A los ciudadanos del resto de países, sin embargo, les exige que estén “medicamente sanos” como criterio para otorgar un permiso de entrada. Tener VIH supone no recibir ese certificado de aptitud médica.

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