Fabrican en laboratorio fosas nasales y vaginas

Fosas nasales y vaginas que son fabricadas en laboratorio y luego trasplantadas a personas fueron descritas en estudios como los logros más recientes en este campo.

Tráqueas, vejigas, vasos sanguíneos y otras estructuras se han creado antes en parte con las propias células de las personas afectadas y se les ha implantado posteriormente.

Los científicos confían que a la larga con esta estrategia puedan fabricar estructuras más complicadas como pulmones y riñones, con el propósito de evitar el rechazo de los órganos trasplantados.

“Ambos (estudios) muestran que mediante la utilización de técnicas de ingeniería muy sencillas, se puede conseguir una formación de tejido donde sea necesario”, dijo el doctor Martin Birchall, del Instituto del Oído en el Colegio Universitario de Londres.

Birchal, autor de un documental adjunto, dijo que métodos simples podrían ser útiles para la fabricación de otras partes del cuerpo, como cartílago de articulaciones, intestinos y esófagos.

Un experimento abarcó a cuatro mujeres adolescentes en México que nacieron sin vagina debido a un trastorno raro. En la actualidad, los cirujanos utilizan injertos de tejido para crear vaginas a pacientes de este tipo, pero ese método conlleva el riesgo de complicaciones.

El procedimiento también mostró su utilidad para el reemplazo de vaginas extirpadas por cáncer y para la restauración o sustitución del órgano después de una lesión.

En el experimento, los investigadores tomaron de los genitales de las pacientes una muestra de tejido del tamaño de menos de la mitad de un timbre postal.

Multiplicaron las células de ese tejido en el laboratorio, las sembraron en un patrón biodegradable y lo moldearon a la dimensión y forma correctas para cada paciente antes del implante.

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