Roger Waters lanza nuevo álbum: Is This The Life We Really Want?
El excompositor de Pink Floyd, anuncia el lanzamiento de su primer álbum de rock en 25 años: Is This The Life We Really Want?
George Roger Waters, de 73 años, está de vuelta. Anunció el lanzamiento de su primer álbum de rock en 25 años: Is This The Life We Really Want?, una nueva crítica y visión sobre el mundo en el que vivimos.
Su discurso y sus espectáculos tratan de crear conciencia en torno al caos actual. Se trata de temas escritos hace 40 años, temas que por cierto le sirve para golpear sin misericordia a Trump, o tratar problemas como el calentamiento global. Un hombre, sin duda, adelantado a su época, un visionario.
Un álbum que llega como el sucesor natural de clásicos de Pink Floyd como Animals y The Wall. La convocatoria a Nigel Godrich como productor del primer disco en 25 años del ex Pink Floyd, había generado cierta expectativa.
Godrich es conocido por sus trabajos con Radiohead y Beck. Y ante la mirada de Waters, Godrich se limita a crear un ambiente para un aire meditativo. Así suena lo nuevo de Roger Waters, muy a lo Pink Floyd.
Un disco en el que se incluyen nombres y apellidos, Waters tira con todo no solo al presidente de Estados Unidos (a quien dedica más de una estrofa), también al complejo industrial militar, los drones y los teléfonos inteligentes.
Y sí, por supuesto que hay gira. Waters comenzó el tour US + Them en Kansas City (Missouri) el pasado viernes 26 de mayo, se sabe que recorrerá Estados Unidos y Canadá hasta el 28 de octubre.
The new album ‘Is This the Life We Really Want?’ is available now! In stores and online. https://t.co/fHLf1mj8iG pic.twitter.com/wlZCQAQ1KQ
— Roger Waters (@rogerwaters) June 2, 2017
Roger Waters, nacido el 6 de septiembre de 1943, criticó recientemente la anunciada actuación en Israel de la banda británica, Radiohead, “cuando se cumple medio siglo de la ocupación israelita en tierras palestinas”.
Con Waters, más de 50 artistas firmaron el pasado 23 de abril una solicitud para que Radiohead cancelara su actuación en Israel, como parte del movimiento BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones); no solo se negaron, la banda se le echó encima.